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Almuñécar contra la corrupción

La fanfarronada del alcalde puede costar muy cara al sector turístico

La fanfarronada del alcalde puede costar muy cara al sector turístico

La fanfarronada del alcalde anunciando la suspensión de las fiestas puede costar muy cara al sector turístico dado que esta noticia ha tenido un eco inmediato en todos los medios de comunicación, incluidas las principales cadenas de televisión. Esta decisión del alcalde demuestra una total falta de seriedad y responsabilidad. En un municipio que tiene importantes recursos por vía del turismo, es una barbaridad que un alcalde anuncie a bombo y platillo una decisión como esa.

Nos gustaría que desde la Asociación de Hoteleros se saliera al paso de esta decisión, porque es esta decisión, y no la huelga, la que va a causar un daño importante al turismo sexitano.

No conocemos ningún municipio en que el alcalde haya tomado una medida tan irracional, a pesar de que son centenares los pueblos en los que las huelgas de limpieza se han hecho coincidir con fiestas para forzar una rápida resolución del conflicto. Sí conocemos el proceder del alcalde de Almuñécar: no tuvo ningún miramiento cuando también suspendió el certamen de guitarra Andrés Segovia; en esa ocasión la Iglesia no permitió que los conciertos se ofrecieran en el templo de La Herradura y aunque el Ayuntamiento contaba con lugares propios para su celebración y empresarios ofrecían sus instalaciones, el alcalde prepotente, suspendió ese prestigioso evento de proyección mundial.  

Cada vez es más evidente que este señor no puede seguir al frente de un municipio pues le falta la cordura y la sensatez que son necesarias en cualquier persona que se dedica a gestionar intereses colectivos. Los caseteros que llevan días trabajando y comprando, los feriantes que ya están instalados, los niños y jóvenes que esperan con ansiedad los columpios, los vecinos y visitantes que cada año disfrutan de la feria y en general, todos los veraneantes y moradores de este bello pueblo no merecen un alcalde que es incapaz de sentarse a dialogar con los implicados para buscar una salida al conflicto. Es inaudito que, a estas alturas, el alcalde aún no haya mantenido ni una sola reunión que trate de resolver el problema, lo que nos hace pensar que el alcalde no está a la altura de las circunstancias, ni está capacitado, ni es responsable, ni mucho menos es digno de ser nuestro alcalde.Denunciamos la actitud provocadora de un alcalde que prefiere enfrentar a unos vecinos con otros, que prefiere crear corrientes de opinión tendenciosas antes que trabajar por resolver los problemas del municipio: la competencia de la recogida de basura es del ayuntamiento con el alcalde al frente.Y pedimos a los vecinos que no se dejen engañar. Los servicios mínimos se están cumpliendo. Lo que piden los trabajadores es justo. Y el alcalde, en vez de amenazar con quitar las fiestas, lo que debe hacer es llamar inmediatamente a los trabajadores y a la empresa ofreciéndose de mediador y no de atizador del conflicto.

 

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