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Almuñécar contra la corrupción

El aguacate llena los bolsillos de los intermediarios

El aguacate llena los bolsillos de los intermediarios

GERARDO PÉREZ

El aguacate, que a un agricultor le deja un beneficio medio de 0,40 euros por kilo, alcanza un precio final de 4,08 euros. La diferencia desde el origen hasta que llega al consumidor se pierde en distintas manos, aunque los porcentajes de cada intermediario están revestidos de un misterio insondable.

Según un estudio realizado por COAG y algunas cifras consultadas con agricultores de la Costa, así como con una sociedad cooperativa, un agricultor recibe 1,5 euros de media por cada kilo. El coste de producción, que incluye mano de obra, abonos, riegos, podas y otras labores, supone 1,10 euros por kilo. En consecuencia, se estima un beneficio de 0,40 euros por kilo, sin contar los gastos de almacenaje o lugar de venta del producto (en una corrida habría que restar una comisión del 11% y en una cooperativa la tasa se situaría entre el 4% y el 8%).

En la otra parte se sitúan los que ponen el producto en la cadena de venta. Por un lado, los almacenistas calculan un coste de 0,60 euros por kilo, que incluye envase, calibrado, manipulado y puesta en camión (0,40 euros), así como el transporte hasta la plataforma básica de venta en la UE (0,20 euros).

A partir de este momento, otras manos llevan el producto al consumidor y "es ahí donde los porcentajes son totalmente opacos, nadie los dice", afirma Emilio Rodríguez, secretario provincial del sindicato agrícola COAG Granada.

El precio medio final que debe pagar el comprador es el de 4,08 euros por kilo. A pesar de estar en la recta final de la campaña de recolección del aguacate ´Hass´, el de mayor calidad y venta, la pasada semana los precios para el agricultor en las corridas se situaban en torno a 1,70 euros.

Si al precio medio final (4,08 euros) se le resta lo que se paga al agricultor (1,50 euros) y los costes de manipulación y transporte (0,60 euros), quedan casi 2 euros por kilo en vivo que se reparten los intermediarios sin asumir ningún riesgo, una diferencia que los agricultores tachan de "escandalosa", cuando ellos apenas llegan a embolsarse 40 céntimos por kilo de beneficio neto.

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