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Almuñécar contra la corrupción

¿Nuestras banderas?

¿Nuestras banderas?

Cuando un armador inscribe su barco bajo bandera panameña o de Las Bermudas decimos que el monocasco que transporta petróleo lo hace bajo bandera de conveniencia, puesto que al armador dicha bandera le conviene para evitar excesivas responsabilidades en caso de accidente.

Si analizamos a fondo casi todas las banderas lo son de conveniencia. Intentaré explicarme mediante algunas hipótesis: Si a Navarra le ofreciera Suiza convertirse en uno más de sus cantones, más de uno y más de dos navarros nos lo plantearíamos, como se planteó, en su día, Puerto Rico ser Estado asociado de USA. Las raíces culturales y otras zarandajas son minucias comparadas con las conveniencias. Si la transición española no hubiera exigido el trágala de la monarquía franquista, la bandera más lógica hubiera sido la republicana. Cuando los emigrantes negros traen petrodólares o diamantes en su cartera, nadie les hace ascos, a todos convienen, así se llamen Bokassa o Mugabe.

Repsol YPF ha sido invitada a participar en la explotación de los yacimientos petrolíferos de Irak junto con otras petroleras de USA y Europa. ¿Por qué no ha sido llamada también la petrolera venezolana si también posee importantes medios como para extraer miles de barriles diarios? Respuesta: simplemente porque no forma parte de la jauría de caza que promovió la invasión de Irak. Parece resultar ahora que el Gobierno Zapatero recoge lo sembrado por Aznar hace casi cinco años. ¿Cómo puede ser tal desaguisado? ¿Cómo puede ser que se premie, precisamente, a los enemigos de quienes fueron colaboradores modelo? Respuesta: simplemente porque a quiénes se premia es a las empresas que fueron realmente las verdaderas impulsoras. Estas conclusiones que nos da la lógica constituyen las verdades intuidas por el intelecto. Verdades que tardan, a veces, siglos en ser probadas como tales. ¡Que se lo pregunten a Galileo!

Para irlo confirmando, simplemente, hemos de mirar como nuestros ministros de exteriores, Ana Palacio antes, y ahora Moratinos, defienden a capa y espada las conquistas de las empresas que actúan bajo bandera española como si fueran talmente españolas de pura cepa. Observamos como nuestro impuesto Jefe de Estado hace de embajador de lujo de nuestros empresarios más encumbrados. Ante todo esto yo me pregunto: ¿Se queda mi conciencia tranquila sabiendo que bajo, la que dicen es, mi bandera se promueve el latrocinio y la razzia? ¿Necesitaré yo, como los antiguos verdugos, esconder mi cara bajo una tela para cometer semejantes atrocidades? ¿Es realmente Repsol YPF de los españolitos o la controlan unos cuantos jerifaltes llamados Fondos de Inversión Internacional, manejados por cuatro mandamases? Está claro que me conviene hacerme el tonto, el que no sabe, el que no se da cuenta, pero… ¿me quedo tranquilo? ¿No será más lógico que si defendemos que los turísticos beneficios del Sol han de ser, principalmente, para quienes les luce, y los de la lluvia para quienes les llueve, sean también los beneficios de la extracción de las riquezas del subsuelo, principalmente, para quienes las tienen debajo?

Las riquezas naturales están armónicamente repartidas no así sus beneficios.
Beneficios que son acumulados por cuatro listos bajo banderas de conveniencia con la tonta complicidad de quienes dejamos que utilicen nuestras banderas para su egoísmo. ¡¡Basta ya de tanta hipocresía con las banderas!! ¡¡Pongámonos bajo la bandera de la justicia y de la equidad!! Probablemente no nos costará sangre pero SI bajar nuestro despilfarrador nivel de consumo.

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