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Almuñécar contra la corrupción

La cultura debe ser asequible

La cultura debe ser asequible

MATÍAS OCHOA.

Vestido azul, pelo teñido de rojo, pendiente en la nariz... La diputada de Cultura y Juventud, María Asunción Pérez Cotarelo, se sale del estereotipo del político no sólo por su imagen sino porque no tiene problemas en lanzar frases políticamente incorrectas. "Me gustaría levantarme un día y enterarme de que, de repente, los políticos son todos sensatos", afirma la integrante de Izquierda Unida.

Pérez Cotarelo acaba de cumplir un año en un cargo que en principio no quería pero del que ahora está encantada; "ha sido el año más enriquecedor de mi vida". Desde su pequeño despacho en el edificio de la institución provincial de la Plaza Mariana de Pineda, la licenciada en Psicología repasa los puntos más importantes de su gestión y se pone dura a la hora de defender a los jóvenes; "no podemos martirizar a un chico porque se fuma un canuto de marihuana y nosotros estar en actos sociales tomándonos vinos, eso es falsa moral".

-¿Qué balance hace de su primer año de gestión?
-Hemos conseguido logros importantes. Una de las prioridades ha sido el funcionamiento del área. Nos hemos encontrado con unos técnicos magníficos, de los que hemos aprovechado al máximo su gran formación. Nos dimos cuenta de que en la mayoría de los pueblos de más de 20.000 habitantes tenían un montón de dinero de Diputación y había muchísimos sitios pequeños y alejados que, angelitos, recibían subvenciones muy pequeñas. De forma que hicimos un baremo nuevo en el que tenemos en cuenta el número de habitantes, la renta ´per cápita´ y la lejanía de algún núcleo urbano importante. Queremos más programas de producción propia; no obstante, tenemos una aportación económica grandísima en tres grandes proyectos que no tienen una repercusión directa en la provincia: la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), el Parque de las Ciencias y el Festival Internacional de Música y Danza. En ellos tres se nos va el 30% del presupuesto de Cultura; entonces, tiene que repercutir en la provincia. A mí me encanta pertenecer a ellos. Hay citas como las del tango y poesía, de la que ya hemos hecho extensiones. La visita de Francisco Brines a Alfacar, por ejemplo, fue un pedazo de éxito. Hemos inaugurado una red de conciertos temáticos en Moclín (fusión), Orce (folk), Torrenueva (música mediterránea) y Chauchina (música urbana). Con respecto al flamenco, creamos una marca propia, Granada Universo flamenco, en la que hemos englobado los catorce festivales de la provincia y en la que llevamos a artistas a actuar al Museo Cuevas del Sacromonte, todos los miércoles. Uno de los objetivos marcados es dejar al flamenco donde se merece. Granada ha sido cuna de grandísimos artistas. Ahora tenemos a la mejor cantera, con tres premios del festival de La Unión como Juan Pinilla, Patricia Guerrero y La Moneta.

-Muchos sitúan a Granada en una posición vanguardista en lo cultural mientras otros consideran excesiva la definición. ¿Usted qué cree?
-Todas las instituciones tenemos que esforzarnos más. Es verdad que hay una oferta importante pero todavía sigo echando un poco de menos los años 80, cuando éramos un referente de toda Andalucía. Cada vez hay más oferta, aunque algunas ya son un poco rancias. Se hacen nuevas apuestas, como el Hay Festival, con el que yo estoy ´regular´ de acuerdo. Me gustan las grandes manifestaciones culturales, pero no que sean sólo a base de tanto dinero. Con ese dinero se pueden hacer muchas cosas. Son producciones excesivamente caras y creo que aquí somos capaces de hacer cosas buenas sin necesidad del Hay, sin quitar su valía.

-¿El área de cultura sigue siendo la menos valorada por las instituciones?
-Efectivamente. Y sobre todo en época de crisis, donde las administraciones lo primero que bajan es el presupuesto de cultura. Nos tenemos que dar cuenta de que la cultura bien gestionada en un municipio contribuye al desarrollo local, independientemente de lo que supone para el desarrollo humano. Por ejemplo, el Jazz en la Costa resulta una importante fuente de ingresos; durante nueve días hay un montón de gente viviendo y gastando en Almuñécar. O lo que significa el Parapanda para Íllora. Ahora que estamos en crisis, que el tema inmobiliario dejó de ser una fuente de ingresos, posiblemente nos demos cuenta de ello.

-¿Por la crisis se recortará el presupuesto para la próxima temporada?
-Creo que no. Y pelearé por ello. Nosotros no pedimos por pedir a la hora de hacer nuestro presupuesto sino que tenemos proyectos destacados en marcha, una justificación más que importante para que el presupuesto no baje. También es cierto que siempre buscamos financiación externa. Telefónica, por ejemplo, nos ha pagado prácticamente todo el catalogo razonado de José Guerrero.

-¿No hubo ninguna desavenencia en el consorcio a la hora de elegir al director de la OCG?
-No. Fue muy fácil. Ha sido el gran acierto que hemos tenido. Ha sido absolutamente consensuado entre todos los miembros del consorcio. Los músicos tuvieron un papel importante porque ellos querían a Salvador Mas. Él tiene un cariño tremendo por la OCG desde el principio. Un planteamiento distinto al de Kantorow, sin entrar en su profesionalidad. La implicación con la OCG era distinta. Salvador, además, es una persona implicada afectivamente con Granada.

-¿En qué le ha beneficiado y perjudicado ser de distinto color político en la Diputación?
-Lo único que puedo valorar es el beneficio de que nos hayan dado la oportunidad de gobernar. La provincia se va a poder dar cuenta de la forma de gestionar de Izquierda Unida, que tiene otra forma de ver la sociedad, la cultura y la vida. Debes tener un equilibrio más grande para llegar a consensos, pero eso no es malo siempre que se respete la autonomía de cada uno de los grupos. En el pacto se dijo autonomía total y yo acá tengo absoluta autonomía, creo que mucha más que si fuera del PSOE. Tengo muchísimo apoyo del presidente y libertad para todo, incluso para pensar distinto en algunos aspectos.

-¿Cómo se ve la cultura desde la izquierda que usted representa?
-No entiendo que la cultura deba ser programas espectaculares que requieran muchísimo dinero, porque eso puede rayar el clasicismo. La cultura la tenemos que acercar al ciudadano. No podemos conformarnos con decir "a la la gente no le gusta la música clásica", tenemos que enseñarle a conocer la música clásica. Si yo voy a esperar que un municipio perdido vaya a ver la OCG, que posiblemente no sepa que existe, posiblemente nunca guste. Hay que facilitar otro tipo de cultura. Y no hablo de gratuidad, con la que no estoy muy de acuerdo porque muchas veces hace que se minusvalore, pero sí que esté al alcance de todos.

-¿Cuándo estarán las reformas de Condes de Gabia?
-En principio se iban a hacer las cubiertas pero luego entendimos que se debía variar un poquito y adaptar el palacio a la época en la que estamos. Se va a rehabilitar la fachada, las rejas y algunos espacios de dentro. Yo no he llegado a estar allí. Espero que todo esté terminado en los primeros tres meses de 2009. Otro lugar que estamos reestructurando es la Casa Molina Ángel Ganivet. Se han arreglado los jardines, las salas de exposiciones y el salón de actos. Después de verano celebraremos el centenario de la muerte de Ángel Ganivet con algo grande. Luego organizaremos actividades regulares, como proyecciones de cine.

-Le gustaría levantarse y enterarse de que...
-Los políticos de repente son todos sensatos. Falta muchísima sensatez, podría decir inteligencia o formación, pero no, algo más simple, la sensatez. Y que se han acabado las mentiras, que las aborrezco.

-¿Hay muchas en el gremio?
-Claro. Hay muchísimo cinismo y oportunismo.

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