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Almuñécar contra la corrupción

La función exponencial

La función exponencial

Fernando Alcalde

Imaginemos una botella en la que introducimos una bacteria que es capaz de duplicar su número cada minuto. A las 11 hay una bacteria; a las 12 la botella esta llena.¿Cuándo estará medio llena? A las 11:59. Cojamos una hoja de papel de  una milésima de centímetro de espesor y doblémosla sucesivamente. Cada vez que lo hacemos duplicamos su valor, así, cuando llevemos diez dobleces, su grosor será de algo más de  un centímetro, en torno a un metro cuando lo hayamos hecho 17 veces, casi un kilómetro y medio en la 27 y...superior a la distancia a la Luna en el 40 intento.

El sistema capitalista cifra el objeto de su actividad en la consecución del mayor beneficio de toda actividad económica productiva para lo que requiere al menos de la participación  de tres elementos: el capital, el trabajo y los recursos naturales, en su doble vertiente de materia prima y de receptor de contaminantes.

De lo anterior se infiere que, en el sistema capitalista, los seres humanos y el planeta quedan supeditados a la maximización de los beneficios económicos. A lo largo de la historia, los impactos de este modelo han sido asimilados en la medida en que el proceso se ha localizado en la parte inicial de la curva de crecimiento, esto es, se han producido desigualdades y externalidades que los sistemas sociales y naturales han ido filtrando a través de rupturas y acomodaciones sociales, en el primer caso, y por medio de la capacidad de aportación y absorción de los sistemas naturales en el segundo, en tanto que estas eran sustancialmente mayores que las demandas y las emisiones producidas. No habíamos alcanzado el centímetro de espesor.

En los últimos 150 años esta tendencia ha cambiado, básicamente, al descubrir la capacidad de los combustibles fósiles para generar trabajo. Un barril de petróleo, que hoy cuesta en torno a los 45 dólares, contiene una cantidad de energía superior a la capacidad de trabajo de una persona durante todo un año. Así, desde la aplicación de este excepcional recurso,  la población mundial se ha multiplicado por 6, la esperanza de vida se ha duplicado y el consumo energético se ha disparado 300 veces.

En este contexto, los impactos sobre los sistemas sociales y naturales han dejado de ser marginales. El sistema social planetario se mantiene contenido en la medida en que la población beneficiaria se reduce cada vez más al minúsculo circulo de los países ricos (14% de la población mundial consume el 80% de los recursos energéticos) y se somete al resto del mundo a condiciones de inestabilidad, hambre y guerra continuadas, como medio para acaparar sus recursos e imposibilitar su acceso a los mismos niveles de demanda del mundo derrochador (2400 millones de personas no tienen acceso a electricidad). Por otro lado, el sistema natural se desequilibra globalmente cambiando las pautas de funcionamiento, contaminando los recursos y provocando una crisis de biodiversidad similar a la de las grandes extinciones.

Entre 1980 y 2007 el mundo consumió mas petróleo que el acumulado desde 1850 hasta 1980, cifrado en un billón de barriles. La demanda en los últimos 22 años ha crecido al 13% anual, lo que significa que duplica su valor cada 5 años aproximadamente y, con él, el consumo de recursos ligados a la economía, la presión sobre los sistemas naturales y el hostigamiento y sometimiento de las poblaciones humanas. Estamos en las 11:59.

La función exponencial es propia a los sistemas productivistas y especialmente al capitalismo, y en ella se encuentra su final escrito. El problema es que no es una función dibujada con lápiz en el papel sino con guerra, muerte, hambre y destrucción sobre la piel del planeta y de la mayor parte de la humanidad.

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