Blogia
Almuñécar contra la corrupción

Nuevo Varapalo al sentido común

Nuevo Varapalo al sentido común

Izquierda Unida considera un atentado al sentido común el auto de la Audiencia Provincial absolviendo a Benavides de un delito de coacciones.

 

Es un hecho probado que le tele fue cerrada saltándose el procedimiento legal. Es un hecho probado que se cambió la cerradura y se cortó la señal de emisión. Y ante todos estos hechos probados se alega que no se puede demostrar que fuese Benavides el responsable. Es una gran falacia, que atenta contra el sentido común, pensar que estas decisiones se pudieron tomar al margen o en contra del criterio del alcalde. En ningún ayuntamiento, y menos en este, se puede pretender que actos como los aquí juzgados se lleven a cabo al margen del alcalde.

 

Este auto supone una profunda decepción porque priva a la sociedad civil de su derecho a defenderse frente a las actuaciones irregulares del poder. En Almuñécar había una empresa que gestionaba la televisión tras haber ganado un concurso público y lo cierto es que esa empresa fue echada a patadas del local donde trabajaban, siendo sustituida en menos de una semana por otra empresa que emitía con la misma frecuencia de señal, sin que ningún procedimiento administrativo o concurso legal se hubiera llevado adelante.

 

Bastaría con echar mano de las hemerotecas, ver diez minutos seguidos de emisión de la nueva tele en los días posteriores al golpe de estado, o buscar en el Registro Mercantil para comprobar que la nueva televisión estaba totalmente controlada por el entorno de Benavides. Afirmar lo contrario es hacer lo blanco negro, por mucho que sea un órgano judicial el que lo haya dicho. Una cosa es que tengamos que acatar las sentencias y otra que sean infalibles.

 

En todo caso, desde Izquierda Unida pedimos que no se confunda absolución con inocencia. El auto judicial declara que no se ha podido probar la culpabilidad de Benavides. Pero lo que no podrá afirmar ningún auto es que Benavides es inocente, ya que aquellos hechos no fueron adoptados por decisiones unilaterales de un empleado o de un concejal que, por otro lado, podían haber sido acusados de perjuros por faltar a la verdad.

0 comentarios