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Cayo Lara traslada en nombre de IU nuestro profundo dolor por la perdida de Marcelino, una figura clave del movimiento obrero y de la historia de nuestro país

Cayo Lara traslada en nombre de IU nuestro profundo dolor por la perdida de Marcelino, una figura clave del movimiento obrero y de la historia de nuestro país

En el triste día del fallecimiento de Marcelino Camacho, el histórico sindicalista fundador de las Comisiones Obreras, así como destacado miembro que fue del Partido Comunista de España y del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, el coordinador federal de esta formación, Cayo Lara, quiere expresar en nombre de todos sus militantes y dirigentes  “nuestro profundo dolor ante la certeza de haber perdido a una figura clave para el movimiento obrero y para la propia historia de este país a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Todos, en especial los trabajadores y trabajadoras, hemos tenido en él un referente claro e irremplazable, alguien que nunca falló a nadie”.
 
“En estos tiempos que nos ha tocado vivir –afirma Lara- el legado, la lecciones de un Marcelino siempre en lucha al lado de los suyos, de los trabajadores, deberían ser un acicate para todos nosotros, continuadores de su labor”.
 
“Aquellos tiempos de la terrible dictadura franquista sin duda fueron mucho más duros que estos. Por eso, cuando recordamos su peripecia vital y luchadora, y rendimos nuestro último adiós a compañeros como Marcelino, la ocasión también debe servir para rearmarnos y coger renovadas fuerzas ante la dura tarea que tenemos por delante, marcada por el expolio a los derechos laborales con el que se amenaza a los trabajadores”, afirma Cayo Lara.
 
El máximo responsable federal de IU destaca que Marcelino “fue un hombre sencillo al que respaldaba una larga trayectoria sin dobleces. Era un gran amante del ser humano, de la libertad, de la democracia y del socialismo. Toda su vida fue un ejemplo para los asalariados, los marginados, para los de abajo, un ejemplo que no olvidaremos jamás. El objetivo de toda su vida fue luchar por mejorar un mundo que no estaba hecho a la medida de los débiles”.
 
Para Cayo Lara, “ahora que Marcelino ya descansa para siempre, nuestro respeto, nuestra emoción y el recuerdo de su constancia en la lucha no pueden ni deben ser flor de un día. Marcelino Camacho debiéramos ser todos frente a los conversos del neoliberalismo, ante el fascismo de manos blancas, ante los corruptos de corbata color pastel y ante la indignidad de los expoliadores.

Marcelino debiéramos ser todos y así sería mucho más fácil dar la batalla contra todas las injusticias, porque las batallas siempre han de darse. Marcelino nos enseñó que hay que enfrentarse a ellas con inteligencia, valentía y también con posibilismo. Siempre será un maestro del que muchos de nosotros hemos aprendido y alguien al que los trabajadores siempre hemos considerado uno de los nuestros”.

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