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Almuñécar contra la corrupción

El insoportable olor de la mierda

El insoportable olor de la mierda
Rafael Calero Palma
Desde hace bastante tiempo, no pasa una sola semana en que no se destape un nuevo caso de corrupción: el de la ITV, el Gurtel, los ERES, los trajes de Camps, la CAM, Carlos Dívar, el caso Bárcenas, el caso Noos, etc., etc.

España apesta a mierda. Por muchas vueltas que le demos al asunto y por muchos eufemismos que queramos usar, no se me ocurre otra manera de decirlo. Un espeso, asqueroso e insoportable olor a mierda se ha extendido por los cuatro puntos cardinales de este país hasta que finalmente, ha conseguido apoderarse de todo el territorio del estado español. No importa el lugar donde vivamos. No cabe hacer distinciones entre las distintas regiones, comunidades autónomas o ciudades, aunque es bien cierto que algunos sitios huelen un poco peor que otros.

España entera se ha visto invadida por el desagradable olor que despiden sus políticos, sus banqueros, los sindicatos mayoritarios, las principales instituciones del estado, desde el gobierno de la nación a la Casa Real, desde el Tribunal Supremo o el Constitucional a las Comunidades Autónomas, pasando por el Congreso o el Senado y sin olvidarnos de los parlamentos autonómicos, las Diputaciones Provinciales o los Ayuntamientos. Como digo, es un olor nauseabundo, que se adhiere a las fosas nasales y no hay forma de quitárselo de encima. Así, de buenas a primeras, es como el olor de la mierda, pero mucho peor. Y es que en realidad es el olor de la corrupción y el de los corruptos.

Desde hace bastante tiempo, no pasa una sola semana en que no se destape un nuevo caso de corrupción: el de la ITV, el Gurtel, los ERES, los trajes de Camps, la CAM, Carlos Dívar, el caso Bárcenas, el caso Noos, etc., etc. Son tantos y tan variopintos que tratar de elaborar una lista minuciosa se antoja tarea hiperbólica y nos llevaría algunas horas y además siempre correríamos el riesgo de olvidarnos algún nombre importante. Los telediarios —sin ir más lejos, el de hoy a mediodía— se han vuelto monotemáticos: Bárcenas, Urdangarín, Pujol, Fabra, Isabel Pantoja y Julián Muños, Zoe Alameda y Carlos Cuevas, etc., etc. Sólo con estos nombres hay para llenar varias horas de parrilla televisiva y cientos de miles de páginas impresas. Pero es que hay muchos más. La corrupción está tan extendida entre los principales partidos políticos que nadie está libre de culpa. PP, PSOE y CIU son, por razones obvias, los más activos. Pero casi nadie escapa indemne. Al final va a resultar cierto eso de que la culpa es del poder, que corrompe, y de la condición humana, que se deja corromper, como diría Shakespeare.  

Lo de los últimos días ha sido la gota que colma el vaso. Me refiero, como no, a los ya célebres “papeles de Bárcenas”. Si llega a confirmarse la veracidad de lo que estos días han publicado El Mundo y El País, y todo apunta a que acabará confirmándose, estaríamos ante un escándalo de tal magnitud que no me atrevo ni a calcular sus consecuencias. Porque, ¿qué podemos esperar de los dirigentes de un país que se mueven por el mundo como si fuesen integrantes de la Cosa Nostra o de la Camorra? ¿Qué podemos hacer frente a unos políticos que estafan, engañan, roban, crean leyes a su medida, y se sitúan por encima del bien y el mal? ¿Qué podemos pensar de unos tipos que se sacan de la manga una amnistía fiscal para salvar el culo a sus amigos? ¿Qué podemos pensar de un Estado que manda a la cárcel a un ex toxicómano rehabilitado e indulta a los peces gordos que se han llevado miles de millones?

La respuesta es obvia. Podemos —y debemos: es una obligación moral con respecto a nosotros mismos pero también hacia los demás— organizarnos. Plantarles cara. Obligarlos a que se vayan. No participar de esta terrible farsa que es el sistema actual español. Tenemos que hacerles ver que no los queremos y lo que es mejor, que no los necesitamos. Que se enteren de una vez. No los necesitamos. Porque en verdad, no nos hacen falta para nada. Urge abrir de par en par las ventanas y las puertas, todas, para que entre el aire puro. Sólo así podremos conseguir que este olor a mierda que lo invade todo desaparezca. De lo contrario, corremos el riesgo de asfixiarnos.

5 comentarios

Anónimo -

"la corrupcion forma parte del ser humano" DIEGO EL A-DIVINO DIXIT.

FORZA PAL CANUT.

Diego -

No soy a divino, dimelo tu desde tu bola de cristar.Salud

Anónimo -

CUANDO NO SE TOCA PELO, ES LO QUE PASA.
ESPÉRATE A MANEJAR "PODERES".....

Diego -

Pues algun caso tendra tambien iu la corrupcion forma parte del ser humano y el capitalismo fomenta las mas oscuras. Pero ante los escandalos de pp-psoe en el presente y pasado son simples anecdotas. Si ve a la hemeroteca a ver cuantos casos de corrupcion sacas de Iu y los comparas en numero y tamaño con los de pp o psoe que se reparten el poder desde hace mas de 30 años. Salud

Anónimo -

¿NO SE INCLUYE IU?