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Almuñécar contra la corrupción

IU se planta ante Hacienda: «Hay mucha grasa que quitar»

IU se planta ante Hacienda: «Hay mucha grasa que quitar»

Castro revela las tensiones en la negociación de los presupuestos y pide una «auditoría activa» de las empresas públicas

Las relaciones entre los socios del Gobierno andaluz hacen crisis, tras un año y medio de coalición y apenas un mes después del nombramiento de Susana Díaz como nueva presidenta. Las negociaciones sobre el presupuesto están lejos de ir por buen camino, como oficialmente se dice. El portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, evidenció el malestar de la coalición por las afirmaciones de la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, respecto a las cuentas públicas, tras el Consejo de Gobierno del martes, y le contestó que «hay margen para reducir grasa política en la Junta».

Molesto porque Montero diera por zanjado lo que llaman «el debate sobre los ingresos», es decir los nuevos impuestos, en especial el de grandes superficies, Castro salió a recordar a la consejera, e incluso a la propia presidenta de la Junta, que también se ha negado a aumentar la fiscalidad, que ocupan sus respectivos cargos gracias a IU, un lenguaje desconocido hasta ahora entre los coligados.

Castro llegó a decir al PSOE que «ya está bien». Recordó que en Andalucía hay un Gobierno de coalición y que la consejera es la responsable «técnica» de los presupuestos, pero la decisión es política y compartida por los dos socios.

IU piensa que «pone la cara» en un momento tan decisivo como el presupuestario, y no va a permitir, dice, que se den por cerradas cuestiones que están sobre la mesa ni que se ventilen en los medios debates que están por cerrarse.

La coalición quiere llevarse el gato al agua en la pugna por imponer nuevos impuestos, sobre todo el de grandes superficies, que ya Susana Díaz ha asegurado que no se aprobará, pero matiza que no se trata de gravar al ciudadano. «Esto no es el IVA, dijo Castro. Nosotros velamos por el interés general, no por los intereses de los dueños de El Corte Inglés, Alcampo o Carrefour».

Así las cosas, las posibilidades que se abren para alcanzar un acuerdo no son muchas, pero las hay. IU debe obtener algo a cambio para salvar su perfil ante sus electores, pero el Gobierno ha arriesgado mucho al negarse con rotundidad a aumentar la carga fiscal en Andalucía.

En materia tributaria, existe una amplia gama que se puede pactar y que se aplica en otras comunidades autónomas, entre los que se citan los que gravan bebidas azucaradas, la tasa ecológica o sobre el despegue y aterrizaje de aviones, pero la coalición quiere saca r adelante el impuesto sobre las grandes superficies a toda costa.

La solución, según fuentes de IU, podría venir de la mano de las normas recién aprobadas contra el «fraude social», aunque están en fase de anteproyecto y aún tardarán un tiempo en entrar en vigor, incluso la fecha prevista es final de la legislatura.

Otra vía es aumentar los ingresos por la vía de la gestión de activos, en especial por la venta de inmuebles propiedad de la Junta, entre los que hay un paquete de bienes con los que el Gobierno de Zapatero pagó la llamada ’deuda histórica’. Otra vía de compensación iría por la senda del banco público de tierras, que el PSOE ha querido ralentizar y convertirlo en un «observatorio», mientras IU ya empieza a hablar de expropiación de fincas.

Las empresas públicas

Mientras estas bazas se juegan en la mesa negociadora, que ya ha mantenido cinco reuniones, Castro decidió meter presión al contrincante y lo hizo con una jugada de peso. Si el día anterior la consejera manifestó que «no queda más grasa para seguir adelgazando», el portavoz de Izquierda Unida le dijo que sí la hay y urgió una «auditoría activa» de las empresas públicas, que ya en el debate de investidura emplazó a la presidenta a adelantar.

Así, Castro puso como ejemplo lo que Fomento ha hecho con la Empresa Pública de Suelo, «donde había 66 personas que no debían estar y un directivo por cada cuatro empleados», y pidió que se revise una a una las empresas públicas y el personal de cada una de ellas.

Castro cree que la Junta podría ahorrar hasta mil millones de euros con estas medidas. Así, dijo, no tendría que tocar el capítulo 1, el gasto de personal, que será el último que se negocie, indico, para «paliar» otros recortes en los funcionarios.

Pese a todo, IU cree que será posible alcanzar «unos buenos presupuestos». En fuentes de la coalición y del Gobierno se habla de una «pelea de matrimonios» y creen que se logrará la reconciliación.

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