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Almuñécar contra la corrupción

Las obras en los paseos hicieron mucho daño al turismo en Almuñécar

Las obras en los paseos hicieron mucho daño al turismo en Almuñécar

Costa Digital

El presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, Rafael Lamelas, tiene un diagnóstico claro del principal escollo en el que ha escorado el destino turístico Almuñécar y del que se empieza a salir desde hace dos años: “aparte la grave crisis, Almuñécar ha sufrido otro problema añadido que ha sido las continuas y largas obras realizadas para remodelar los paseos de El Altillo y luego Velilla y San Cristóbal”. Obras que a su entender duraron demasiado tiempo y en un periodo que se dilató demasiado tiempo con conflictos burocráticos y de financiación.

Lo cierto es que cuando aún la zona del paseo de El Altillo, tras unas obras que casi duraron 4 años, recuperaba su flujo, se iniciaron las de Velilla y San Cristóbal con otro largo periodo  similar y que, además, en el caso de este último afectaba a gran parte de las instalaciones hoteleras del municipio.

En este sentido, Lamelas es concluyente en afirmar que el hotel que dirige se vio muy afectado por las obras, ya que se retiraron muchas reservas de clientes y se registraron amenazas de suspender servicio por algunos agentes, puesto que las obras se prorrogaban invierno tras invierno sin que durante tres años se viera el final de la remodelación.

De hecho las obras sufrieron dos recesos importantes, uno debido a la gran cantidad de agua que inundaba el espacio por su naturaleza de acuífero, y otro debido a que el ayuntamiento tuvo que  recuperar las obras de los aparcamientos de Velilla y San Cristóbal, en consecuencia de la renuncia de ambas cooperativas a proseguir con la concesión.

Estas obras volvieron a iniciarse en agosto de 2009,´en plena campaña turística, puesto que el alcalde de entonces, Juan Carlos Benavides, consideró que iniciar las obras en plena temporada estival tenía como objetivo el crear confianza en los probables compradores que en su mayoría eran propietarios de apartamentos, y que tanto en Velilla como en San Cristóbal constituían el grueso del vecindario y por tanto potenciales clientes de dichas instalaciones. Sin pensar en aquel momento en el grave perjuicio que suponía para la economía turística y la imagen de un pueblo y primando el interés económico de dos instalaciones.

“No se puede decir, por tanto, que son otros los problemas del turismo sexitano y sí que la crisis y las dichas obras han estado a punto de dar al traste con el turismo y el trabajo de muchos años”, apunta el presidente. “Considero que instalaciones como el Loro Sexi o el aquario tienen su atractivo, pero se ha magnificado su impacto y sin embargo desde alguna tribuna política se cuestiona el movimiento cultural que ha implantado la actual concejal de Cultura y que está creando muchas expectativas como atractivo del municipio. Hay que ser equitativos y positivizar y pensar que todos los recursos bien aprovechados son complementarios”, reflexiona Lamelas.

En cuanto a la situación actual, Lamelas sostiene que “llevamos dos años de recuperación lenta, pero parece que permanente y de hecho los promocionales, sobre todo los de cercanía, están dando sus frutos durante los fines de semana”, reconoce el hotelero que, no obstante, sigue manteniendo que el Patronato de Turismo de Almuñécar debería contar con una mayor partida en los presupuestos municipales, ya que el turismo sigue siendo la primera industria del municipio.

Sobre la necesidad de abordar una política turística de desestacionalización, Lamelas señala que “se hace  necesario que se invierta en promoción internacional , los países nórdicos, Belgica, Francia y algún país emergente son los nichos donde hay  que buscar la clientela de invierno, tenemos que sacarle el máximo rendimiento a nuestros inviernos que tanto gustan  a los que nos visitan, en estancias largas,  el turismo residencial de tres y cuatro meses de estancia  ayuda mucho a los restaurantes, bares y supermercados”.

Pero en la parte que compete a las administraciones y sus ayudas al sector, el presidente de los Hoteleros de la Costa Tropical, es concluyente al considera que “por parte de los Ayuntamientos y la Mancomunidad tendrían que presionar más a la Consejería para  que nuestra Costa Tropical deje de ser la hermana pobre de las costas andaluzas, pues las esperanzas que había en los cuatro años de la I T S han quedado prácticamente en nada   y no podemos permitirnos el lujo de que un importante número de camas dejen de ofertarse en invierno”.

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