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Almuñécar contra la corrupción

A la portavoz de la Embajada de Israel: ¿le pagan lo bastante para defender el bombardeo de niños?

Rafael Reig

Señora (o señorita), ¿es usted corta de luces, irresponsable o sólo inepta? Usted debería saber (si no lo sabe es culpa suya) que Hamás ha sido declarada organización terrorista por la Unión Europea, Canadá, Australia y otros países más o menos democráticos (y también por Israel, que no es democrático y sí es una potencia nuclear e invasora). En España, donde usted es portavoz de la Embajada de Israel (quizá por sorteo), la simple “apología del terrorismo” es un delito. Imagínese lo que significa en este país acusar a alguien, no ya de hacer apología del terrorismo, sino de “militancia” en una organización terrorista y de ser “correa de transmisión” de la misma. ¿Cree usted que puede acusar de delitos a una periodista española porque le da a usted la gana o porque se lo ordenen sus jefes?

Que Israel tenga una portavoz inepta, irresponsable o corta de luces (o todo lo anterior junto) no puede sorprenderme. ¿Qué se puede esperar del único Estado de la zona que tiene armas nucleares (fuera de la legalidad, por supuesto) del Estado récord en violaciones de resoluciones de la ONU, de un Estado que ocupa territorios y los bombardea? Lo que de verdad me sorprende es que la Fiscalía española no intervenga de oficio defendiendo el honor y los derechos de un nacional. Como todo el mundo sabe (al menos fuera de Israel), la carga de la prueba recae sobre quien acusa. ¿Tiene usted pruebas de la “militancia” de Yolanda Álvarez en Hamás? Si no las tiene, debería enfrentarse a una demanda, ¿no le parece? Por mucho que el PP haya puesto de moda acusar a quien le dé la gana de apoyar a ETA (o de ser chavista), hay cosas que no se pueden hacer ni siquiera en la España del PP.

El problema es que ni la Fiscalía, a las órdenes del servicial y titubeante Rajoy, un chico bien mandado, ni RTVE (que sólo vale para hacer declaraciones huecas), ni nuestro Embajador en Israel (excelentísimo señor) ni ningún ente público español tiene nada que decir o ganas de demandarla (o no les interesa, ellos sabrán por qué). Si fuera alguien detenido por homicidio en Cuba, como el tal Carromero, moverían montañas para defenderle. Pero se trata de una gran periodista, es decir, lo que menos necesita el Gobierno del PP, lo que preferiría no ver ni en pintura.

A mí, en confianza se lo digo, lo que usted haga me trae sin cuidado: de sus amos y de usted no espero gran cosa. O prueba lo que ha dicho o está usted cometiendo un delito (cosa que no sería ajena a las costumbres de su Estado). Pero me da un poco de vergüenza, para qué negarlo, que el Gobierno de España y su Fiscalía miren para otro lado.

Para su conducta no tengo más que una palabra: avilantez estúpida.

Estoy seguro de que lo entiende y de que tiene un diccionario a mano, pero por si acaso: insolencia necia.

Al Gobierno del PP le preguntaría si no piensan hacer nada ante semejante ofensa.

Mi pregunta para usted es: ¿le pagan lo bastante para defender el bombardeo de niños?

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