Absuelto Ávilas Rojas en el pleito de los vecinos de una de sus promociones
Cada semana tenemos ocasión de comprobar alguna noticia alucinante relacionada con la Justicia. La de hoy es tremenda. Usted compra una casa. El promotor ha construido esa casa en terrenos que no son suyos. El dueño de los terrenos presenta una denuncia. Le condenan a usted, al que ha comprado la casa, que no tenía ni idea de quien era el dueño de los terrenos, por supuesto. Usted denuncia al chorizo que hizo la casa en unos terrenos que no eran suyos. Y no pasa nada. Usted le tiene que pagar el terreno al dueño. De verdad que es para no creer en la justicia. Cualquiera se atreve con estos personajes. Da igual que lo que usted defienda sea claro, justo y evidente. Da igual. Cuánta razón tenía el señor Pacheco.
El constructor José Ávila Rojas no tendrá que pagar, en principio, los más de 326.000 euros que le reclamaban los vecinos de la Urbanización La Colina I de Cenes de la Vega. Una sentencia dictada por la juez de Primera Instancia 12 ha absuelto al empresario de tener que abonar dicha cantidad a la comunidad de propietarios del citado inmueble, que le demandó tras ser condenada a indemnizar con más de 195.000 euros al dueño de un terreno ajeno que el empresario invadió cuando edificó La Colina.
La resolución desestima la demanda de reclamación de cantidad por daños y perjuicios que presentaron los vecinos, recordando que la comunidad fue condenada en su día por la Audiencia de Granada a, en lugar de devolver a su legítimo propietario el terreno invadido ilegítimamente, abonarle su precio. Se produjo así, según la juez, "un supuesto de accesión invertida" del suelo, "sin privar a los compradores de todo o parte de la cosa vendida".
Esa circunstancia, subraya la juez, "sólo supone la obligación de indemnizar a cargo del que pasa a ser titular del suelo". Es decir, que al convertirse los vecinos de La Colina en los nuevos propietarios del terreno ocupado también son quienes, según la sentencia, deben de pagar su coste a su anterior dueño, el constructor Emiliano Rodríguez.
Fuentes del caso indicaron que los vecinos tenían previsto recurrir la sentencia ante la Audiencia de Granada, pues, como sostienen, ellos compraron sus casas pensando que estaban libres de cargas y no tienen la culpa de que la empresa de Ávila Rojas, Incar SA, invadiese parte de aquel solar ajeno. El constructor granadino ocupó exactamente 2.580 metros cuadrados de una finca propiedad de Urbanizadora Villa Cantoria SL (empresa de Emiliano Rodríguez), un extremo que se descubrió a raíz de otro litigio entre ambos constructores.
La resolución desestima la demanda de reclamación de cantidad por daños y perjuicios que presentaron los vecinos, recordando que la comunidad fue condenada en su día por la Audiencia de Granada a, en lugar de devolver a su legítimo propietario el terreno invadido ilegítimamente, abonarle su precio. Se produjo así, según la juez, "un supuesto de accesión invertida" del suelo, "sin privar a los compradores de todo o parte de la cosa vendida".
Esa circunstancia, subraya la juez, "sólo supone la obligación de indemnizar a cargo del que pasa a ser titular del suelo". Es decir, que al convertirse los vecinos de La Colina en los nuevos propietarios del terreno ocupado también son quienes, según la sentencia, deben de pagar su coste a su anterior dueño, el constructor Emiliano Rodríguez.
Fuentes del caso indicaron que los vecinos tenían previsto recurrir la sentencia ante la Audiencia de Granada, pues, como sostienen, ellos compraron sus casas pensando que estaban libres de cargas y no tienen la culpa de que la empresa de Ávila Rojas, Incar SA, invadiese parte de aquel solar ajeno. El constructor granadino ocupó exactamente 2.580 metros cuadrados de una finca propiedad de Urbanizadora Villa Cantoria SL (empresa de Emiliano Rodríguez), un extremo que se descubrió a raíz de otro litigio entre ambos constructores.
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