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Almuñécar contra la corrupción

IU critica el retraso de dos años en iniciar el tanatorio

IU critica el retraso de dos años en iniciar el tanatorio

A principios de 2007 se aprobó hacer un tanatorio para que los almuñequeros pudiesen velar a sus familiares con el decoro que ya existe en cientos de pueblos, muchos de ellos bastante más pequeños que Almuñécar.

Ahora, dos años después, IU denuncia que las obras no han comenzado y que aún vamos a tener que esperar, al menos, otro año ya que la Junta de Gobierno, de manera incomprensible, ha concedido una prórroga a la empresa permiténdoles retrasar otros doce meses el comienzo de las obras. Esta permisividad es perjudicial para los ciudadanos.

Si esa empresa, por los motivos que sea, no está en condiciones de hacer el tanatorio, tenemos dos opciones: una, que lo haga directamente el ayuntamiento; otra, que anule la concesión y se lo encargue a otra empresa que asuma el inicio inmediato de las obras.

IU pide al alcalde que anule la concesión y asuma directamente la construcción del tanatorio. Ahora disponemos de casi cinco millones de euros que el gobierno central ha destinado al ayuntamiento de Almuñécar para obras no programadas. Esta puede ser una de ellas. Siendo el tanatorio un edificio público, eliminaremos parte del negocio suculento que se ha montado en esta sociedad en torno al dolor y la muerte.

Si el resto de grupos no ve bien la opción de hacer un tanatorio público, entonces la solución debe ser encargar las obras a otra empresa. No es admisible que sigamos esperando otro año más para resolver una de las demandas de los ciudadanos porque estamos seguros de que hay otras empresas dispuestas a construir el tanatorio. Con la situación de paro que hay en el municipio no se entiende ese pasotismo del alcalde ante una obra que podría generar una decena de puestos de trabajo directos y algunos más indirectos.

IU critica la pasividad del alcalde en temas como este del tanatorio o el de los aparcamientos de Velilla y San Cristóbal, pasividad que contrasta con el exceso de celo puesto en asuntos como el del Mirlo. Cuando las empresas no pueden cumplir con sus compromisos, el interés público exige que se den soluciones y se resuelvan los problemas en vez de dejar pasar el tiempo.

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