Blogia
Almuñécar contra la corrupción

ANNUS HORRIBILIS

ANNUS HORRIBILIS

Tomamos prestado de un diario digital de la comarca este artículo de opinión quenos ha gustado.

Este maldito año empieza a tomar el camino de salida. Es de los que se suelen despedir con un corte de mangas. Nadie sabe lo que nos depara el próximo pero este 2008, la verdad, se ha lucido. Aparte de las numerosas catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, guerras enquistadas, genocidios y barbarie, y toda una numerosa gama de despropósitos de este género humano, depredador donde los haya, de crueldad sin parangón entre el resto de la fauna y autor de toda la miseria que impera en nuestros días, hay quien ha decidido poner un ilustre colofón a tan brillante ejercicio.

La rabia me invade al conocer la última proeza militar del ejército de Israel.

No contentos con mantener sitiados y en pésimas condiciones de vida a más de un millón de palestinos en poco más de trescientos kilómetros cuadrados, con negarles todos los derechos y mínimas esperanzas de ser dueños de sí mismos, han decidido que el exterminio – deberían rememorar este término- es la única vía de solución a tan larga crisis. Y todo ello, y una vez más, ante la atónita y pasiva mirada de la comunidad internacional. Eligen la hora de la salida de las escuelas y de la mayor afluencia a los mercados y descargan una oleada de bombardeos y misiles que se llevan por delante a más de doscientas víctimas. Una contundente respuesta a los petardos de Hamás. Si con esto pretenden afianzar su seguridad, está claro que lo que van a conseguir es abrir mucho más la herida. Y en un momento en que el odio campa por sus anchas en todo el entorno geopolítico y lo que se espera son este tipo de excusas para desencadenar la tercera guerra, que como Einstein apuntó, cuando llegue, será la última.

Se siembra viento y se recogen tempestades. Al tiempo.

A su vez, el escándalo Madoff ha contribuido un poco más a ensalzar la obra maravillosa del colectivo chorizos.com y su cúmulo de atrocidades financieras que han convertido un sistema global y aparentemente sólido en un castillo de naipes sometido a un huracán. Nadie sabe todavía las consecuencias que todos, absolutamente todos, especialmente los menos culpables, vamos a tener que sufrir. Lo peor no es el tsunami que se aproxima, si no que todavía hay mucha gente en la playa tomando el sol. Obra y gracia de la economía de libre mercado, propugnada por el gurú Greenspan y sus acólitos del neoliberalismo, para los que este país de las maravillas no parecía tener fin. Tiene gracia, ahora son ellos los que lo quieren parchear usando las fórmulas que siempre se han considerado patrimonio de la izquierda, es decir, la intervención del estado en forma de nacionalizaciones. Apaga y vámonos.

Y así, gracias a lindezas de este tipo, parece que se puedan olvidar otras, pero no.

No me olvido de que el terror cohabita en nuestras calles. Que la cerrazón de mente del integrismo, de todas las clases, pretende hacerse sitio con los codazos que le permiten las armas y las bombas. Me repugna que los vecinos de la última víctima de ETA ocupando puestos municipales eludan el comentario y otorguen al callar, la razón a los asesinos. Que el partido nacionalista que gobierna y con el que el propio Ignacio Uría simpatizaba se cuestione todavía la presencia en el escenario político de quienes sustentan a estos fascistas.

Pero tampoco me iba a callar al respecto de la que ha montado esta mañana en Madrid la flor y nata de la curia episcopal. Una macro misa dedicada a la familia, a su defensa, en contra del matrimonio gay, contra la asignatura de educación para la ciudadanía y contra la ley del aborto. Y yo que creía que la finalidad de la iglesia católica no era la política, ni el derrocamiento de gobiernos sino el apostolado y la prédica de unos principios señalados en el Evangelio. Da la casualidad que su defensa de la familia se basa en el ataque selectivo a tres de los puntales en la política social de este ejecutivo. Dicen que “hay un intento de disgregar y difuminar a la familia, rechazando el modelo natural y socavando sus fundamentos”…..

Quiere alguien decirme ¿porqué mi familia, como otras muchas, basada en el respeto, el amor y la solidaridad entre sus miembros, el apoyo y la educación en valores como la tolerancia, la igualdad y la no discriminación ni por sexo, ni por raza, ni por religión, es menos natural que cualquiera de las que ellos propugnan?

¿Qué naturaleza ha determinado que un homosexual es un enfermo o un proscrito? Que el aborto, dentro de su más lógico entendimiento como una solución forzada y última, no debe ser una decisión libre y adoptada por la única persona que debe decidirlo, la mujer en definitiva?

¿Qué demoníaca influencia puede tener una asignatura que pretende establecer una moral y unos valores fuera de cualquier tendencia religiosa? ¿Está acaso la iglesia avanzando en evitar el maltrato a la mujer, el odio a los inmigrantes, el abuso a los niños o a los más débiles?

O, por el contrario, ¿se está ocupando más en escandalizarse y montar en cólera o propugnar el anatema para un padre en Valladolid al que se la ha ocurrido poner en duda la conveniencia de los crucifijos presidiendo las aulas en las escuelas laicas? Estado aconfesional. Lo dice la Constitución. Por tanto, para qué los símbolos de ninguna religión. Si hay libertad de creencia que nadie imponga unos iconos sobre otros. Respeto sí. Pero para todos por igual.

¿No será que lo que en definitiva temen es el final de su tinglado? Es difícil, tal y como lo llevan artesonando desde siglos. Está muy bien atado pero, por si acaso, y como siempre han hecho, y muy bien por cierto, vuelven a manejar la intriga palaciega con sabia y recta mano.

Como he dicho al principio, esta Nochevieja habrá una sonada despedida. Y que el año que viene nos sea a todos favorable. Nos queda por lo menos el deseo.

0 comentarios