Un adiós afectuoso al alcalde de Montilla

IU tiene once concejales en el ayuntamiento de Montilla. 5 tiene el PP, 3 el PSOE y 2 el PA. Una cómoda mayoría absoluta que no le impide consensuar con el resto de grupos y gobernar con una serenidad que se echa en falta en otros municipios donde la crispación es la norma. Antonio Carpio lleva doce años de alcalde. Doce años en el poder parecen no haber cambiado al alcalde de Montilla, Antonio Carpio, o, al menos, eso es lo que él asegura. Dice marcharse con la conciencia tranquila y los deberes hechos para la siguiente generación.

-¿Por qué se va?

-Tras tres mandatos al frente del gobierno municipal, con mayoría absoluta, la reflexión que me hago para no presentarme no es que esté cansado, porque nadie se cansa de ser alcalde de su pueblo, pero considero que todas las cosas tienen su tiempo y así se lo he manifestado a IU. El tiempo no es igual para todo el mundo. Aznar estuvo ocho años y Chaves lleva 16. Para mí, 12 años es un tiempo razonable. Era el momento adecuado y las condiciones en Montilla son muy buenas para que la nueva candidatura, que encabeza Aurora Sánchez vaya rodada. El núcleo de la anterior candidatura se va al completo, salvo Aurora que sigue, pero ella es mucho más joven.

-El votante, más que a un partido en los municipios votan a personas. ¿El cambio no puede echar para atrás a más de uno?

-Es algo que se va a producir siempre. Comprendo que las municipales tienen un componente que difiere mucho de las generales o las autonómicas, donde hay una mayor implicación ideológica. Aquí nos conocemos todos y confío en que la candidatura que vamos a presentar siga recibiendo el apoyo mayoritario de Montilla.

-¿No lo va a echar de menos?

-No. Me quedan cinco años para jubilarme y vuelvo a mi trabajo de técnico del INEM y es muy importante que uno tenga las espaldas cubiertas para poder vivir cuando se vaya de la política. Echaré de menos un trabajo tan intenso, porque un alcalde lo es 24 horas al día, los 365 días al año.

-Si usted hubiera querido seguir, según los estatutos que rigen en IU, lo hubiera tenido difícil.

-Bueno, en Montilla también hemos cumplido en ese punto. No obstante, entiendo que todas las cosas tienen su excepción. Tampoco tiene que aplicarse todo de manera tajante, porque puede ser que haya personas que tengan una valía contrastada y en un momento determinado es conveniente que continúen. Esas excepciones también las contemplan los propios estatutos.

-Tras todo lo ocurrido (Marbella, Fuente Palmera...), ¿ve conveniente que se tenga que vigilar a los ayuntamientos más de cerca?

-Los ayuntamientos, en general, gestionan muy correctamente y los concejales son gente honrada que cumplen con un trabajo, en muchos casos mal pagado. Si hay personas concretas que hacen eso, no pueden contaminar al resto. El urbanismo mueve muchos intereses, pero confío en la conciencia de la mayoría. La ley del PSOE para que la Junta tutele en ese sentido no está mal, vista como un elemento de coordinación, siempre y cuando no anule la autonomía local. En el caso de Marbella, la Junta tenía que haber actuado antes.

-¿Qué opina del crecimiento demográfico y urbanístico de determinados municipios cordobeses?

-Pienso que lo que se debe imponer es el desarrollo sostenible. Los pueblos no se trata de que tengan más habitantes, sino de que éstos vivan mejor, con buenos equipamientos, buenos servicio, buenas comunicaciones y trabajo. En el sur de Córdoba, desde Fernán Núñez a Lucena, tiene una presión muy fuerte al ser una zona de expansión considerable. La autovía va a ser decisiva, el AVE ya lo es, y es un potencial a nuestro favor. Pero no podemos ir ni a un urbanismo salvaje ni a unos polígonos que desmerezcan, y Montilla está dentro del entorno general, porque ha ido creciendo cada año, no de forma tan acelerada como otros, pero sí continuada. Somos el municipio donde la relación calidad-precio está mejor conseguida y equilibrada.