El último acuerdo del ex-presidente del PP
Morgan
Tras la dimisión del presidente local del PP, conviene hacer una reflexión que sirva de recordatorio acerca del acuerdo con el que Juan Luis González Montoro se despide de la presidencia de su partido.
La nueva legislatura ha comenzado con un pacto indigno entre PP, PSOE y BenavidesLos enemigos irreconciliables se han juntado para estampar su firma y votar juntos en el Pleno un acuerdo por el cual se da a Benavides un poder que las urnas le habían negado a cambio de unas migajas para dos partidos que dicen estar en contra de Benavides pero que, al final, siempre acaban su dura oposición con actitudes parecidas.
Todo lo que habíamos hablado los cuatro partidos de la oposición para llegar a un acuerdo que limitara el poder del cacique ha sido en vano. No han sabido, no han podido, no han querido resistir. Un poco de todo.
El acuerdo al que han llegado es negativo porque pone en manos de Benavides una cantidad de poder enorme, y es indigno porque margina de forma radical a los votantes de IU y PA, al negarse a estos partidos el pan y la sal. IU y PA no tendrán liberado ni secretario de grupo por decisión del PP, el PSOE y Benavides.
Ya sabíamos lo que nos esperaba por parte del vengativo Benavides cuando nos tiró los tejos en la noche de las elecciones y le dijimos que no. Lo que no nos podíamos esperar es que de esta venganza fueran cómplices los compañeros de la supuesta oposición, los que anunciaban CONFIANZA y los que auguraban TIEMPOS NUEVOS.
En el colmo de la desvergüenza, el alcalde cacique ha negado un local para el grupo municipal a estos dos partidos que representamos a 1577 votantes (813 de IU y 764 del PA). No conocemos precedentes de este acto dictatorial ni en este ni en otros ayuntamientos. De Benavides no puede sorprendernos nada. Él sabe castigar a los que identifica como auténticos enemigos, pero nos hubiese gustado por parte de PP y PSOE un gesto al menos, algo que les desmarcara de un silencio que se puede entender como complicidad. De hecho, ellos sí tienen un local en el ayuntamiento como marca la ley. Izquierda Unida no lo tiene. ¿Tanto miedo nos tienen?
El acuerdo sobre reparto de liberados supone que estos tres partidos se van a gastar más de un millón de euros en sueldos cada año.Benavides tendrá liberados a nueve concejales (hay uno jubilado). O sea, todos. Esos eran los que no venían al ayuntamiento a cobrar porque tenían su vida resuelta. Aparte, cobrará otro sueldo como secretario de grupo Rafael Contreras. El acuerdo permite a Benavides nombrar cuatro asesores de confianza más. Total, catorce personas a sueldo del ayuntamiento. Para dar ejemplo de austeridad, el alcalde cobrará 63.932 euros (casi once millones de pesetas). Bastante más del doble que un médico. Fuera del acuerdo, por la cara, pretende contratar (y contratará) como gerentes o como jefes de lo que sea, a Pavesio, Ávila, y un etcétera que no nos atrevemos a concretar pues puede ser tremendamente largo.
A cambio de regalar a Benavides esa cantidad ingente de liberados y poder, el PP consigue tres liberados y un secretario de grupo, mientras que el PSOE ha sacado un liberado total y otro a media jornada y un secretario y medio.
Qué lejos queda ese acuerdo del que IU defendió en el Pleno: seis liberados para Benavides y siete para la oposición (3 PP, 2 PSOE, 1 IU , 1 PA). Ese hubiera sido un acuerdo razonable si consideramos, como dijo el concejal de IU en el Pleno, que la oposición en su conjunto sacó 7.181 votos frente a 5.326 de Benavides.
Así pues, podemos afirmar que, además de indigno y negativo, el acuerdo deja en muy mal lugar a los negociadores del PSOE y PP. La verdad es que se han puesto un precio demasiado bajo. Aún traicionando a IU y PA, aún dando a Benavides ese poder que luego lamentaremos todos, al menos, ya podían haber sacado más para ellos.
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