Llamazares elige Marbella para proponer un pacto de Estado contra la corrupción
No podía elegir un escenario más acorde. Con la 'operación Malaya' contra la presunta trama de corrupción municipal aún caliente, el candidato de Izquierda Unida (IU) a la presidencia del Gobierno, Gaspar Llamazares, propuso ayer en un mitin en la ciudad un pacto de Estado para «poner coto» a la especulación urbanística y «prevenir» la corrupción política. Arropado por medio millar de militantes y simpatizantes, el líder de la coalición de izquierdas censuró que ni Zapatero ni Rajoy dedicaran «ni un segundo» en el debate del lunes a lo que tildó de «principal amenaza del país» y defendió que acontecimientos como los del municipio marbellí «no deben volver a repetirse».
No se quedó sólo en el enunciado. Desgranó los pormenores del pacto, que comprendería medidas implacables contra los implicados en tramas de corrupción y los especuladores. A la suspensión inmediata de cargos públicos incursos en procedimientos judiciales de esta índole, sumó la agilización de la ejecución de las sentencias «que se dilatan y se dilatan hasta la impunidad» y la creación de la figura de un inspector de urbanismo, vinculado al Estado.
Censuró en su discurso la «pasividad» y «lentitud» de los poderes públicos para frenar este fenómeno, a lo que contrapuso el papel de IU «que sí ha cumplido con sus obligaciones». «Fuimos los primeros en luchar contra la especulación, en denunciar la corrupción y en pedir la intervención democrática en Marbella», recordó, entre aplausos de los asistentes que ondearon firmemente cientos de banderas, que intensificaron su movimiento cuando garan- tizó que IU recuperará su escaño por Málaga. Se comprometió a mejorar las leyes de la violencia de género, de igualdad y de la interrupción voluntaria del embarazo, al tiempo que retó Zapatero a aclarar si está «dispuesto» a formar una mayoría de izquierdas para «frenar a la derecha».
No se quedó sólo en el enunciado. Desgranó los pormenores del pacto, que comprendería medidas implacables contra los implicados en tramas de corrupción y los especuladores. A la suspensión inmediata de cargos públicos incursos en procedimientos judiciales de esta índole, sumó la agilización de la ejecución de las sentencias «que se dilatan y se dilatan hasta la impunidad» y la creación de la figura de un inspector de urbanismo, vinculado al Estado.
Censuró en su discurso la «pasividad» y «lentitud» de los poderes públicos para frenar este fenómeno, a lo que contrapuso el papel de IU «que sí ha cumplido con sus obligaciones». «Fuimos los primeros en luchar contra la especulación, en denunciar la corrupción y en pedir la intervención democrática en Marbella», recordó, entre aplausos de los asistentes que ondearon firmemente cientos de banderas, que intensificaron su movimiento cuando garan- tizó que IU recuperará su escaño por Málaga. Se comprometió a mejorar las leyes de la violencia de género, de igualdad y de la interrupción voluntaria del embarazo, al tiempo que retó Zapatero a aclarar si está «dispuesto» a formar una mayoría de izquierdas para «frenar a la derecha».
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