El PSOE vota en contra de una ley que obligue a retirar los símbolos religiosos en actos y ceremonias institucionales
Nueve votos a favor, seis abstenciones y 309 votos en contra. Con este resultado, el Congreso ha rechazado la pretensión de Izquierda Unida de poner en marcha un "protocolo aconfesional" para los actos y ceremonias institucionales, como la toma de posesión de miembros del Gobierno y altos cargos. El secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Ramón Jáuregui, rechazó hoy la propuesta porque, aunque considera que en esas ocasiones "el crucifijo está de más, no haremos una ley para prohibirlo".
El PSOE se opone a elaborar "una norma que prohibiera a la Casa Real la colocación de un crucifijo en la que los ministros juran o prometen", e insistió en que deben hacerse esfuerzos para ahondar en la laicidad y "normalizar la aconfesionalidad", pero "sin producir tensiones, no hacen falta leyes prohibitivistas, sino prácticas aconfesionales y progresivas".
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, en defensa de su propuesta, emplazó al Gobierno a garantizar que en un Estado democrático y aconfesional "se cumpla la Constitución en la toma de posesión de sus miembros, sin presencia de símbolos religiosos. "No pretendemos prohibir, pero no queremos que se imponga", defiende Llamazares.
El líder de IU explicó que se pretende evitar "paradojas como la modernidad de un Gobierno y el anacronismo de imponer los símbolos religiosos" en los actos de acatamiento de cargos públicos, como los que se celebran en el Palacio de la Zarzuela, porque supone un "incumplimiento flagrante de esos criterios constitucionales".
Denunció el "mantenimiento de la religión institucionalizada en el Ejército, en los comités de ética de los hospitales públicos en la Comunidad de Madrid, en AENA, o en los funerales de Estado", y reclamó "avanzar pluralismo moral frente a la resistencia que pretende el monopolio de la moral para la Iglesia católica".
"El Gobierno ha anunciado la presentación de una ley de libertad religiosa", agregó LLamazares, "pero en este caso, también, el infierno está empedrado de buenas intenciones. Con buenas intenciones se ha mantenido la religión escuelas, y a cambio se ha introducido la Educación para la Ciudadanía".
También con buenas intenciones, prosiguió, "se ha mejorado la financiación, el privilegio de la Iglesia católica, a través de la Declaración de la Renta, y con buenas intenciones se ha mantenido la letra y el espíritu del Concordato con el intercambio de cartas entre el Gobierno y el Vaticano, o con el nombramiento de embajadores, no sabemos si nuncios o agentes dobles".
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