Historia de un acoso
El Mirlo firmó un contrato con el ayuntamiento el 7-2-05. Cobraría 2.657.498 € al año por hacer tres cosas: recoger la basura, limpiar las calles y retirar los enseres viejos. En 2.007, con las subidas anuales del IPC, la factura del Mirlo fue de 2.966.744€. De esos casi tres millones de euros, alrededor de un millón corresponden al gasto en limpieza de calles y en recogida de enseres, por lo que en realidad, lo que cobra el Mirlo por recoger la basura está alrededor de los dos millones.
Esta cantidad que se pagaba a la empresa había que aumentarla para que esta pudiese pagar a los trabajadores lo que el convenio provincial estipula. Con esta excusa, el ayuntamiento ha subido los impuestos en 2008. Por cada 90€ que pagábamos de IBI en 2007, ahora pagamos 60€ de IBI y 50€ de tasa de basura. Decimos que es una excusa porque el ayuntamiento, con un IBI del 0,90 ya nos estaba cobrando lo que cuesta la basura. No era necesaria la subida, salvo para que Benavides tuviese más ingresos y poder dedicar esa cantidad extra a otros temas.
Los ingresos iniciales previstos por la tasa de basura para 2008 son de 4.385.671€, según un informe oficial elaborado por los técnicos municipales el 20-11-07. Esta cantidad inicialmente prevista ha bajado porque se han tenido que dar de baja muchos recibos erróneos (la mayoría, cocheras). No podemos saber la cantidad final que el ayuntamiento va a recaudar con la tasa de basura, pero rondará los cuatro millones de euros.
Aunque es verdad que, aparte de la empresa, el ayuntamiento tiene otros gastos relacionados con la basura, en ningún caso se acerca el coste del servicio, ni de lejos, a los cuatro millones que los vecinos tenemos que pagar. La Ley de Haciendas Locales establece que ‘el importe de las tasas… no podrá exceder del coste del servicio’. Por este motivo, hemos votado en contra de la subida de la basura y hemos presentado una moción pidiendo que de los seis recibos de 2008, dos sean anulados para que lo que pagamos por basura sea parecido a lo que el ayuntamiento gasta. Aún estamos esperando que el alcalde la lleve a Pleno.
Después de subirnos la basura, lo lógico es que la empresa hubiera recibido un incremento en su contrato para poder pagar más a sus trabajadores. Sin embargo, no es eso lo que ha ocurrido, sino todo lo contrario. Utilizando unos datos sorprendentes, el ayuntamiento se ha negado a pagar a la empresa la subida que suponía el convenio.
Para pagarle aún menos, ha quitado del contrato cinco empleados y una barredora, ahorrándose medio millón de euros. Es lógico que una ciudad que no para de crecer esté más sucia si se quitan empleados en vez de aumentarlos.
Para pagarle aún menos, le ha puesto multas mes a mes desde septiembre de 2007, dejando de ingresarle por este concepto alrededor de 600.000€. Algunas de esas multas tendrán su fundamento. Otras, no. Y algunas son de risa si no fuera por la gravedad del tema. Pero en ninguna de ellas se ha procedido como manda la ley. Y, sobre todo, se ha multado sin intención de resolver el problema ya que la empresa ha pedido varias veces una reunión con el alcalde para ver estos problemas y tratar de solucionarlos. El alcalde se ha negado a celebrar esa reunión, porque su objetivo no era mejorar la limpieza sino cambiar de empresa.
Algunos ejemplos de multas. Se multa a la empresa por no tener a los empleados con uniforme. Todos vemos a los empleados con sus uniformes. La empresa responde que sólo le ha faltado vestuario a un operario porque requería hacérselo a medida ya que su talla no se fabrica en serie. El argumento de la empresa parece razonable. En cualquier caso, llama la atención esa multa por parte de un ayuntamiento que no cumple ese requisito con sus propios empleados.
Se multa a la empresa por No atender con diligencia las órdenes dictadas por los Servicios Técnicos Municipales. La empresa responde que jamás se han dictado órdenes por el Servicio Técnico, por lo que no han podido ser desatendidas.
Se multa a la empresa por No confeccionar parte semanal de aprobación de los servicios realizados. La empresa responde que se han confeccionado partes semanales hasta el mes de septiembre. La razón para dejar de hacerlos es la negativa del Ayuntamiento a dar por recibidos dichos partes.
Y hay por último, un incumplimiento que quizá sea más importante de lo que parece. El 4-9-08, el aparejador municipal elabora un informe en el que dice que la empresa no ha cumplido en 2007 y 2008 con el compromiso de destinar el 1% del presupuesto de adjudicación a publicidad en medios de comunicación locales (el anterior empresario sí lo hacía).
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