Una gran movilización recorre las calles de Madrid en defensa de la sanidad pública
Ocho mil personas, trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública y vecinos de barrios y pueblos de Madrid protagonizaron ayer, unos cientos por la mañana y la mayoría por la tarde, una combativa y colorida concentración ante el muy elitista Hotel Ritz. La protesta estaba convocada por la Coordinadora de Trabajadores de la Sanidad Pública de Madrid contra la Privatización y por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV).
En este hotel, al que se trasladó la reunión inicialmente convocada en el H. Wellington en un vano intento de torpedear las protestas, la Consejería de Sanidad presentaba ante empresas privadas de todo tipo las oportunidades de negocio que ofrece la sanidad pública. Era la escenificación del brutal proceso de privatización de la sanidad madrileña que según palabras del Consejero de Sanidad debe completarse en esta legislatura.
La información proporcionada por los llamados medios de comunicación de masas ha sido lamentable, pero enormemente útil para que los miles de personas que allí estábamos pudiéramos comprobar la enorme distancia que media entre la realidad y lo que ellos dicen que pasa. Hablan de 1.500 asistentes y dicen que la protesta fue convocada por CC.OO. y UGT. Merece la pena no olvidar las palabras de Ernesto cardenal, ex Ministro de Cultura de Nicaragua en el primer gobierno sandinista: « ¡Cuando veo lo que dicen los medios de comunicación de mi país que conozco bien, me digo que no debo creer nada de lo que dicen de otros que no conozco ! »
Los manifestantes mostraron, incluso antes de la hora prevista, sus enormes deseos de gritar "a los ladrones y carroñeros de la sanidad" (según lemas elaborados espontáneamente) que se reunían en los lujosos salones del Ritz consignas como las siguientes: "¡Fuera las empresas de la sanidad!", "¡Nada, nada, nada, para la privada!", "La salud es un derecho, no un negocio", "¡Sanidad Pública", o los que apuntaban hacia otras responsabilidades: "¡Ley 15/97, derogación!", "El PP privatiza, el PSOE autoriza" o hacia otras soluciones "¡Aquí hace falta ya una huelga general!"
Ante la cantidad de gente que ocupaba buena parte de la calle Felipe IV ( la delegación del Gobierno no autorizó la concentración solicitada ante la puerta principal), parte de la zona colindante del Museo del Prado y llegaba hasta la Plaza de Neptuno, algunos grupos de manifestantes marcharon hacia la puerta principal donde se encontraron con los casi 2000 vecinos, convocados por la FRAV que llegaban en manifestación desde el H. Wellington. Los numerosos grupos regresaron al lugar inicial donde tuvieron lugar las intervenciones y lectura de los manifiestos del MATS, CGT, FRAV , CAS, y en nombre de la Coordinadora de Trabajadores, la periodista Gloria Berrocal. Todas las palabras fueron interrumpidas en numerosas ocasiones por los aplausos del público que aprovechaba para retomar las consignas más adecuadas a cada parte de los comunicados.
En este hotel, al que se trasladó la reunión inicialmente convocada en el H. Wellington en un vano intento de torpedear las protestas, la Consejería de Sanidad presentaba ante empresas privadas de todo tipo las oportunidades de negocio que ofrece la sanidad pública. Era la escenificación del brutal proceso de privatización de la sanidad madrileña que según palabras del Consejero de Sanidad debe completarse en esta legislatura.
La información proporcionada por los llamados medios de comunicación de masas ha sido lamentable, pero enormemente útil para que los miles de personas que allí estábamos pudiéramos comprobar la enorme distancia que media entre la realidad y lo que ellos dicen que pasa. Hablan de 1.500 asistentes y dicen que la protesta fue convocada por CC.OO. y UGT. Merece la pena no olvidar las palabras de Ernesto cardenal, ex Ministro de Cultura de Nicaragua en el primer gobierno sandinista: « ¡Cuando veo lo que dicen los medios de comunicación de mi país que conozco bien, me digo que no debo creer nada de lo que dicen de otros que no conozco ! »
Los manifestantes mostraron, incluso antes de la hora prevista, sus enormes deseos de gritar "a los ladrones y carroñeros de la sanidad" (según lemas elaborados espontáneamente) que se reunían en los lujosos salones del Ritz consignas como las siguientes: "¡Fuera las empresas de la sanidad!", "¡Nada, nada, nada, para la privada!", "La salud es un derecho, no un negocio", "¡Sanidad Pública", o los que apuntaban hacia otras responsabilidades: "¡Ley 15/97, derogación!", "El PP privatiza, el PSOE autoriza" o hacia otras soluciones "¡Aquí hace falta ya una huelga general!"
Ante la cantidad de gente que ocupaba buena parte de la calle Felipe IV ( la delegación del Gobierno no autorizó la concentración solicitada ante la puerta principal), parte de la zona colindante del Museo del Prado y llegaba hasta la Plaza de Neptuno, algunos grupos de manifestantes marcharon hacia la puerta principal donde se encontraron con los casi 2000 vecinos, convocados por la FRAV que llegaban en manifestación desde el H. Wellington. Los numerosos grupos regresaron al lugar inicial donde tuvieron lugar las intervenciones y lectura de los manifiestos del MATS, CGT, FRAV , CAS, y en nombre de la Coordinadora de Trabajadores, la periodista Gloria Berrocal. Todas las palabras fueron interrumpidas en numerosas ocasiones por los aplausos del público que aprovechaba para retomar las consignas más adecuadas a cada parte de los comunicados.
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