IU rechaza la subida del 5,3% en las tasas e impuestos

El concejal de IU en Almuñécar votará en contra de la propuesta de Benavides de subir un 5,3% las tasas e impuestos. En opinión de IU, no es el momento de subir los impuestos indirectos, que son los que gravan a la gente al margen de su capacidad adquisitiva. La crisis económica que está dejando en paro a los sectores más desprotegidos de la sociedad obliga a las administraciones a hacer un ejercicio de austeridad en lugar de pretender que sean los ciudadanos los que sigan estrechándose el cinturón para amparar una política basada en el derroche y la ostentación.

Por otro lado, IU considera una burla a la inteligencia la interpretación que hace Benavides del IPC. Según sus cuentas, el IPC ha subido un 5,3%, y esto mismo es lo que pretende subirnos los impuestos. Pero no es este el dato del IPC, ni es esta la subida que Benavides va a aplicar al sueldo de los empleados municipales.

En España, cuando se habla del IPC, sólo existen tres cifras que se utilizan por las administraciones y las empresas. Una de ellas es la previsión para el año próximo. Esta previsión ha estado en el 2% en los últimos años y sobre esta previsión es sobre la que se ha subido el sueldo de los empleados públicos, incluidos los trabajadores del ayuntamiento.

Otra cifra del IPC que se utiliza es la de la inflación de todo el año, que aún se desconoce y que estará, con bastante probabilidad, por debajo del 2%.

Y por último, la cifra que más se utiliza, la que sirve por ejemplo para calcular cuánto se tiene que pagar en las pensiones por la diferencia entre el IPC previsto y el IPC real, es la del IPC de noviembre a noviembre. El IPC de noviembre a noviembre, y el señor alcalde debería saberlo, ha sido del 2,4%.

Es una burla a los ciudadanos y un insulto a la inteligencia de los concejales presentar una subida del 5,3% como una actualización de acuerdo al IPC.

Lo que debería hacer el alcalde, según IU, es reducir a la mitad el número de empleados de confianza, empezando por despedir a su esposa. En segundo lugar, el alcalde debería reducir el elevado sueldo que tiene, muy por encima de lo que debería cobrar un alcalde de una localidad tan pequeña, sobre todo teniendo en cuenta el número de días que está ausente de su puesto de trabajo viajando por el mundo. En tercer lugar, el alcalde debería reducir el gasto tan enorme que se destina a protocolo, imagen y publicidad. En cuarto lugar, reducir el tremendo gasto que tenemos que soportar en abogados y procuradores. Y en quinto lugar, dejar de tirar el dinero en empresas ruinosas como Peña Escrita. Con estas medidas,  podríamos empezar a estudiar una reducción de impuestos en vez de una subida.