El poder y el miedo de los que supuestamente tienen el poder

Aparece en Ideal una noticia acerca del timo que usan muchos programitas, que no deberían estar permitidos, diciendo que llames para dar una respuesta evidente a una pregunta chorra. Hay personas que han recibido por ese timo facturas de miles de euros. Al parecer, uno de los elementos del timo es un programa informático que cuando cuelgas vuelve a hacer rellamadas desde tu teléfono sin que tú lo sepas. En relación a esta noticia, un lector ha escrito un comentario que nos parece altamente clarificador y sugerente. Lo reproducimos.

Antonio López

El problema es el de siempre: ningún gobierno tiene el poder para ponerle los puntos sobre las ies a las operadoras, porque son demasiado poderosas y, en parte, tienen una influencia enorme sobre las decisiones gubernamentales. ¿Qué presidente, ministro o funcionario influyente se atrevería a levantarle el dedo a Telefonica, cuando los tentáculos de ésta pueden hundir la carrera profesional y personal de cualquier ciudadano?

¿Quién se atreve a leerle la cartilla a los banqueros, a los empresarios del ladrillo, a las energéticas, a los grandes de la alimentación o a las aseguradoras?.

¿Acaso son justas las polizas que firmamos con las aseguradoras?. Pero, o la firmas, o te quedas con el culo al aire.

¿Acaso son justas las condiciones y gastos que nos obligan a pagar los bancos al contratar un préstamo, hipoteca, cuenta o tarjeta?. Pero, o las aceptas, o te quedas sin ellas.

¿Acaso es justo los abusos y timos de las inmobiliarias, promotores y constructores?. Pero, o los aceptas, o te quedas sin casa.

¿Acaso son justas las condiciones que firmamos por tener una línea telefónica o una conexión a Internet?. Pero, o las aceptas, o te quedas sin ellas.

¿Acaso es justo el mangoneo de nuestros datos personales por parte de las grandes empresas?. Pero, o pasamos por el aro, o no podemos usar sus servicios.

¿Acaso son justas las mentiras y engaños en los ingredientes de los productos elaborados?. Pero, o los aceptas, o cultivate tu propia huerta.

Demasiado dinero, demasiado poder, demasiadas amenazas, demasiado miedo. Ningún hombre puede cambiar una sociedad en donde los grandes grupos económicos gobiernan el país gracias a la multiplicidad de influencias que mantienen entre ellos y en los sectores más críticos. Sólo cuando sucede algún acontecimiento de tintes catastróficos y mediáticos, los gobiernos mueven ficha para mantener la imagen de que ellos gobiernan.

Pero todo es mentira. Si de verdad los gobiernos tuviesen poder, hace décadas que se habría puesto fin a infinidad de injusticias y abusos que todos conocemos y presenciamos a diario. Pero no lo hacen. ¿Porque son tontos? ¿Porque son incompetentes?. Nadie es tan tonto ni tan incompetente. Porque no pueden. Porque quien se salga de la norma, recibe llamadas telefónicas, se le cita para reuniones a puertas cerrada y se le recuerda quién es quién este gran escenario que llaman país.