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Almuñécar contra la corrupción

LA REVOLUCIÓN DE LOS CATETOS Y EL ASALTO AL PODER (Tercera parte)

LA REVOLUCIÓN DE LOS CATETOS Y EL ASALTO AL PODER (Tercera parte)

Jerónimo Paéz. 29 de marzo de 1983. Ideal.

Después de todo lo que hemos analizado, resulta claro que el sr. Benavides no podia ir contra el sr. Millán. La conexión Daza le es necesaria. Al igual que le sucede con Joaquín Higueras. Gracias a ello y a su movilidad, se pudo montar lo que se ha dado en llamar la revolución de los catetos y el asalto al poder.

 Las contraprestaciones de este tinglado son tantas que al sr. Higueras, después incluso de las primeras denuncias, el sr. Benavides, bueno el sr. alcalde, le contrata como ingeniero municipal del Ayuntamiento de Almuñecar, en Enero de este año, con 50.000 ptas de sueldo. Algunos de los miembros de la Ejecutiva del PSOE deben tener el don de la ubicuidad.

 Lo de plata al amigo aquí va demasiado lejos, y lo malo es que la plata no es del sr, Benavides sino de todos los contribuyentes. La Comisión de Encuesta debería habernos dicho a cuantos millones de honorarios ascienden todos estos encargos, lo cobrado y lo devengado. Ya que si además de aguantarles, tenemos que pagarles, -y nada mal- por lo menos conviene que sepamos, y con nosotros, el resto de las Agrupaciones, que al parecer tanto les apoyan, cuánto cobran por servir al pueblo. Sin duda que la capacidad de trabajo para poder atender tal número de asesoramientos debe ser portentosa. Por otra parte, estamos seguros de que todos estos pueblos se los han adjudicado exclusivamente por su capacidad técnica.

Hay que decir, por otra parte, que la mayoria del resto de los pueblos no tienen nada que ver con este tinglado. Viene de arriba, está en la Ejecutiva y su epicentro está en la cúspide. Su marco territorial, Almuñecar y Salobreña.

 Por eso se explica que el acuerdo del Comité Regional  -por lo único que hasta la fecha hay que felicitarlo-  de declarar totalmente incompatibles los cargos en la Ejecutiva del partido con el asesoramiento a municipios del propio partido, se considere por algunos señores casi como un ataque más al Congreso de Santa Fe. ¡Que descaro!.

 CONCLUSIÓN PENOSA

 Pero aquí da igual qué es lo que se apruebe. La conclusión a la que se llega no puede ser más penosa. Quien conoce  esta historia está convencido de que al sr. Benavides, a dos o tres miembros de la Ejecutiva y a los alcaldes, no hay por donde cogerlos -políticamente hablando- , pero lo de menos son las evidencias. En esto coincide conmigo hasta algún alto dirigente del PSOE de Sevilla.

 Pero lo único importante es el momento político, las elecciones municipales, la cohesión interna para no perder, en la medida de lo posible, el poder. Una situación  insostenible, de la noche a la mañana  se enderezaba cuando el alcalde de Loja, don Manuel Martín, vio la posibilidad de convertirse en el árbitro del partido y se echó adelante amenazando con su dimisión y arrastrando a algunas de las Agrupaciones. En ese momento quebró la posibilidad de clarificación. La ética quedó vencida por la política.

 Si la mitad de lo que aquí se ha probado se hubiera dicho de los Ayuntamientos de Alianza Popular, el propio sr. Martín se hubiera lanzado a pedir la defenestración de los alcaldes y las Corporaciones, y yo sería hoy el adalid de la lucha contra la corrupción burguesa.

 Sucede que son dos Ayuntamientos socialistas  y que está implicado el propio secretario provincial. De nuevo vuelve a funcionar el espíritu de cuerpo. Es larga la tradición de confundir las denuncias de determinadas actuaciones de unas personas concretas, con los ataques a las instituciones. Este método fue usado y desarrollado en el franquismo. Cuando se denunciaba una situación inadmisible, todo se debía a la conspiración marxista o judeo-masónica. En este caso el tema es más sutil pero no distinto. ¡Es una operación de acoso y derribo del Congreso de Santa Fe!. Hasta tal punto se ha perdido el respeto a la verdad que en unas increíbles declaraciones llegó a decir el sr. Benavides algo así como que había que tomar medidas contra los infractores y contra los que habían denunciado las infracciones.

 Conviene aclarar algo. He dudado unos días en publicar esto. Me he debatido entre una cierta obligación, tambien indignación, y lo que suponía sacar a la luz este tinglado y sus repercusiones.

 Soy consciente de la capacidad de utilización por otros sectores de este tema, sectores que nunca han gozado de mis simpatías políticas, pero llegué a la conclusión, primero, de que ustedes no son socialistas: segundo, que si efectivamente ustedes son los que representan al socialismo, esto no hay por donde cogerlo, y tercero, que no se puede admitir que uno denuncie estas situaciones cuando afectan a la derecha y luego cuando afectan a la izquierda haya que callarlas. Es más inaceptable quien en nombre del socialismo se beneficia de estas situaciones o las consienten, porque le interesa, que quien lo hace en nombre del capitalismo.

 HUNDIR LA IMAGEN

 Por otra parte, creo que ustedes están dispuestos incluso a hundir la imagen del propio partido en el que se escudan, con tal de mantenerse en el poder. Han llegado a tal extremo que ha habido hasta quien ha hablado de escisión e incluso de presentar listas alternativas aprovechando que casi no da tiempo a recomponerlas.

Todo esto... (califíquelo cada uno como quiera), quizá haya arredrado a la Ejecutiva Regional, pero si ésta hubiera expulsado a algunos cuantos, que es lo que tenía que haber hecho, este tema se habría acabado. Y si ello significaba que el sr. Martín dimitía -estaba por ver ¡tambien iban a renunciar a todos los asesoramientos!- tampoco se perdía mucho.

 Quien apoya este tipo de actuaciones pone en duda su propia credibilidad. Digo más, incluso aunque esto fuera efectivamente un montaje y yo fuera el brazo ejecutor de una operación de acoso y derribo (en poco me consideran ustedes), aún así tenía que haber saltado parte de la Ejecutiva del sr. Benavides, porque las denuncias son ciertas -asi lo ha afirmado hasta su propia Comisión de Encuesta- y las responsabilidades políticas no se pueden escamotear.

 En esta historia, el único que no tiene nada que ganar soy yo, excepto algún encarnizado enemigo de por vida. Ni siquiera tengo, don Manuel Martín , puesto en la Ejecutiva que conservar. Reconocerá tambien que, con estas manifestaciones, las ambiciones políticas que ustedes me achacan, van a tener que invernar largo tiempo, ya que a pesar de lo que conozco, no por eso voy a cambiar de forma de pensar.       

Pero por esto mismo y por las razones que expongo en este articulo voy a resumirles lo que opino:

 LOS TRAPOS SUCIOS SE LAVAN AL SOL.

 En una democracia, los trapos sucios se lavan al sol. Es en el fascismo donde se lavan dentro de las propias Ejecutivas  en base a las conclusiones de las propias Comisiones de Encuesta.

 Para desviar el grave problema de responsabilidades políticas, ustedes se van a machacar al sr. Millán porque aquí se necesita un chivo expiatorio. En las antiguas bacanales los festines necesitaban de los sacrificios. Y aunque dicho señor es el culpable de lo que ha pasado y responsable de que esto haya continuado, creo que en fondo es el eslabón más débil de esta cadena. Por otra parte, el sr, Millán ha tenido una cierta dignidad al reconocer públicamente sus errores, en entrevista recientemente publicada, pero también ha dicho que, en definitiva, la responsabilidad última es de quienes lo contrataron sabiendo la existencia de sus propiedades e intereses.. Y efectivamente este es el punto nodal de esta polémica.º

 Parece que ha llegado el momento de los pactos, de echar tierra al asunto, de consolidar posiciones y en algunos de avanzar, incluso.

 Tampoco soy un iluso y sé hasta qué punto los intereses en juego son tan fuertes que esto es una causa casi perdida, desgraciadamente, pero no puedo por menos que decir que aquí el único montaje es el de la Ejecutiva Provincial para ver cómo encuentran una cabeza de turco y que se ha llegado a tal extremo que la Alhambra está incluso más roja que de costumbre y se sonroja  -políticamente-  cada dia de ver al sr. Benavides  y alguno de los suyos dirigir al PSOE Provincial. Me da la sensación de que hasta los elementos atmosféricos se han vuelto en contra nuestra. Debe ser por lo de Sodoma y Gomorra.

 Resulta más fácil hablar de ética cuando se está en la oposición y no lo es tanto cuando se tiene el poder. En una democracia occidental, los políticos dimiten cuando se equivocan ostensiblemente. Recuerdo que cuando a Willy Brandt se le probó que la secretaria que había contratado era una espía, y aunque era evidente que nada sabia, dimitió de su puesto de canciller de la Republica Federal, quien había sido unos de los más importantes políticos de Europa. Aquí no sólo se ha cometido un error político -que sutileza- sino que se ha reconocido que se sabía con anterioridad, y no dimite nadie. Políticos como ustedes están sobrando en esta ciudad.

 UN DELICIOSO CUENTO

 Hay alguno de estos políticos que incluso ha insinuado futuras medidas -es mejor no saber cuáles- contra Ramón Ramos, intachable profesional que en "Radio Granada" tuvo la entereza de emitir un programa sobre este tema.

 Hay otro de la Ejecutiva que anda por ahí insinuando no sé cuantas querellas y que una segunda querella es mucho más grave que una primera. Permítame que no lo cite. Está loco por salir al lado de los grandes de este tinglado, pero es de los que acostumbra a conformarse con las sobras. Así le ha sucedido en la realidad. Prefiere sumisión al poder, que el orgullo del hombre libre. Su sino, por tanto, es la oscuridad y el silencio su destino.

 Gracias a todos aquellos que habéis contribuido a aclarar esta historia. Los ataques no son agradables, pero ya sabéis, los mediocres no perdonan la entereza.

 Quiero terminar contando un delicioso cuento que sucedió en un país lejano:

 Existía en un Ayuntamiento de ese país, un señor que era propietario de una urbanización, que estaba totalmente aprobada, legalizada y terminada hace algunos años.

 Sucedió que un día alguien fue a pedirle que le encargara los proyectos pendientes. Los honorarios eran decenas de millones. Dicha persona tenía algo que ver con los técnicos que a su vez redactaban el Plan de Ordenación Urbana de aquel municipio. A aquel extraño señor se le ocurrió la todavía extraña actuación de no encargar los proyectos. Pocos meses después, su urbanización, en el avance del Plan que se estaba realizando, quedó declarada como zona de equipamiento. Por más que hizo dicho señor, no hubo forma de que se arreglara tamaño desatino. A raíz de una polémica pública sobre el urbanismo en ese pueblo, alguien indicó al dueño de esa urbanización que se podia, previa solicitud, volver a dejar la urbanización en la misma calificación.

1 comentario

Yolanda -

Y de esos barros... estos lodos. Gracias por la memoria histórica.