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Almuñécar contra la corrupción

Abusones en La Algaba

Abusones en La Algaba

LA ESQUINA

José Aguilar

LO que le ha hecho el PSOE sevillano a sus socios de Izquierda Unida en esta provincia es un abuso manifiesto de superioridad. Les han arrebatado un ayuntamiento de mediano tamaño, el de La Algaba, prevaliéndose de su posición hegemónica y de la situación de crisis que atraviesa la coalición y la deja casi indefensa.

Veamos. El PSOE estaba obligado a respaldar al alcalde de La Algaba, de IU, en virtud de los pactos llamados de progreso que suscribieron ambas formaciones políticas tras las municipales de 2007. Se los ha saltado a la torera. ¿Por qué? Los socialistas dicen que por el desgobierno en que el equipo izquierdista ha sumido a la localidad y por que había un clamor popular en favor de la moción de censura que les ha dado a ellos la Alcaldía.

Esto del clamor popular tiene su guasa. Los partidos políticos son especialistas en fabricar clamores populares contradictorios entre sí. Con juntar a militantes, simpatizantes, familiares de unos y otros, adheridos y clientes (son auténticas empresas de contratación) basta para articular un clamor popular. Cada partido es capaz de construir el suyo. Durante el pleno de la moción de censura se pudo comprobar que tanto el alcalde censurado como su sustituto iban rodeados de sus respectivos clamores populares. De hecho, ambos salieron a hombros de sus fervorosas asistencias.

Ha habido mala fe en los socialistas. Adujeron también que IU empezó la guerra primero porque apeó al alcalde socialista de un pueblo mucho más pequeño, Badolatosa, con otra moción de censura, pero es que en Badolatosa correspondía la Alcaldía a la coalición según los pactos citados, porque tenía igual número de concejales, pero más voto ciudadano que el PSOE. La moción de IU en Badolatosa, en realidad, lo que hizo fue restaurar el espíritu de la alianza de izquierdas. En segundo lugar, los socialistas de La Algaba se sirvieron para hacer prosperar la censura del único edil del PP, desautorizado por su partido y cuya esposa acaba de ser despedida de un empleo municipal por el equipo de gobierno de IU; en resumen, se aliaron con la derecha cabreada. Y finalmente, no aceptaron la renuncia personal ofrecida por el alcalde de IU en favor de otro concejal de su grupo para mantener lo fundamental: el apoyo a la lista más votada de la izquierda.

Todo lo han hecho, ya digo, abusando de su hegemonía, esa hegemonía que hará que las demás administraciones socialistas (Junta y Diputación) se vuelquen en favorecer al nuevo alcalde-compañero y que impide a IU dar una respuesta a la medida del agravio recibido, porque ¿acaso va a romper con el PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla capital, que es la mayor parcela de poder que ejerce IU desde hace seis años? Los socialistas se aprovechan de su debilidad.

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