IU considera un escarnio para el conjunto de trabajadores que el BBVA destine más de 50 millones de euros a la indemnización de su consejero delegado

El secretario federal de Economía y Trabajo, José Antonio García Rubio, recuerda que “el Servicio de Estudios de este mismo banco presentó en abril su propuesta para reducir el coste del despido a 24 días por año”

 

El responsable federal de Economía y Trabajo de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, valora que la indemnización pactada por el BBVA con su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri -que está respaldada por un fondo de 52 millones de euros y podría superar los 3 millones anuales-, “constituye un insulto y un escarnio para el conjunto de trabajadores de este país, especialmente para aquellos que han perdido el empleo”.

 

“Este caso –afirma García Rubio- es una clara demostración del doble discurso que emplea la gran patronal y de la Banca española en un momento en que decenas de miles de trabajadores van al paro con indemnizaciones ridículas, consecuencia de contratos precarios”. 

 

“Este ‘despido de oro’, aunque se presente como una jubilación anticipada -añade García Rubio- contrasta escandalosamente con la reciente propuesta elaborada por el Servicio de Estudios de este mismo banco, hecha pública en abril pasado, para reducir de forma drástica el coste del despido de un trabajador a 24 días por año trabajado. Este simple hecho vale más que mil discursos”.

 

“Con ejemplo prácticos como el del consejero Goirigolzarri, que no son el primero ni serán el último, desde Izquierda Unida seguimos sin comprender cómo la CEOE se atreve a plantear en la Mesa del Diálogo Social sus propuestas de reducir los costes del despido, una medida que ni ellos ni las grandes empresas están dispuestos a aplicarse a sí mismos. Sería muy edificante y serviría para otorgarles alguna credibilidad que empezaran a dar ejemplo”, reclama el dirigente de IU.

 

A juicio de García Rubio, “en rentas como ésta son donde deben centrarse las propuestas de reforma fiscal para que sus beneficiarios paguen más impuestos, no dirigir las subidas de impuestos a los impuestos indirectos que dificultan aún más la escasa capacidad de consumo de trabajadores y pensionistas”.