IU critica el pasotismo del alcalde de Almuñécar ante el peligro de hundimientos en la urbanización Cármenes del Mar

En la urbanización Cármenes del Mar de La Herradura, los propietarios están viendo día a día el gravísimo deterioro de sus casas. Decenas de chalets construidos en una zona que era considerada de lujo han visto como, tanto en las paredes como en las estructuras, aparecían enormes grietas que han llegado a provocar pánico a sus ocupantes. Las grietas se han extendido a los muros y a las calles de la lujosa urbanización.

 

Al igual que en la Punta de la Mona, el alcalde deja pasar el tiempo sin hacer nada. Las primeras grietas que se detectaron en la urbanización, promovida por Comarex, se remontan a 2004 y desde entonces los representantes de las distintas comunidades de propietarios están exigiendo a la promotora que solucione el problema. Comarex ha comprado varios chalets para evitar el escándalo, la mala imagen y las denuncias que a buen seguro le van a llover. A otros propietarios les ha permutado la casa por una vivienda en otra zona de Andalucía. Sin embargo muchos propietarios no quieren irse o bien no les convence el precio que les ofrece la promotora.

 

Hasta la fecha, por más que hemos preguntado, los informes geotécnicos que supuestamente se tenían que haber presentado antes de urbanizar en una zona como esa no aparecen por ningún lado. Lo que sí aparece es la memoria del pueblo. Es curioso que uno de los salientes de Cerro Gordo se llame ’La piedra que anda’. El único que no sabía que ese terreno ’andaba’ es el alcalde, que se empeñó a toda costa durante varios años en declarar Cerro Gordo urbanizable, para que se construyera en una zona altamente inestable y de un enorme valor ecológico. Ahora, el problema que lo resuelvan los compradores.

 

Cuando ya eran más que evidentes los indicios de corrimiento del terreno, el día 22 de Noviembre de 2007 se ultimó un proyecto de estabilización de la zona. Todavía hoy, casi tres años después, ni la promotora lo ha llevado a cabo ni el ayuntamiento ha tomado las medidas que la ley pone en su mano para obligarle a hacerlo. Esta demora supone una negligencia por parte de Comarex y dejación de funciones por parte del alcalde. Es por ello que los afectados han valorado poner este asunto en manos de la justicia para depurar responsabilidades.

 

El contenido del Proyecto de Estabilización determina claramente que hay un peligro potencial para la seguridad pública. Si bien el arquitecto municipal matiza en su valoración del proyecto que en ninguno de sus apartados se dice que dicha situación sea inminente. En cualquier caso y considerando, además, la situación pluviométrica, absolutamente excepcional por la que estamos atravesando, procede reiterar la ejecución con carácter urgente del Proyecto, indica el arquitecto municipal.

 

Recientemente, en la Junta de Gobierno del 23 de marzo se ha aprobado reiterar a Cerro Gordo, S.L. que aborde, de forma inmediata y urgente, las obras, con advertencia de ejecución subsidiaria a costa del obligado y a la imposición de las correspondientes multas coercitivas.

 

Es lamentable que estemos así, hablando de unas obras que se tenían que haber llevado a cabo hace tres años mientras la zona continúa deteriorándose día a día. Hay que tener en cuenta, además, que no es que le haya entrado prisa de repente al alcalde por solucionar el tema, sino que se ha visto desbordado por los reiterados escritos y denuncias presentadas  por las Comunidades de Propietarios de Los Cármenes del Mar, Atarazanas, Halcón, Las Terrazas, Los Altos y Pueblo en los que se detallaban todas las deficiencias que han aparecido en la urbanización.

 

Nunca se debió haber permitido construir en esa zona. La pena es que se han cargado uno de los más bellos parajes del municipio para enriquecer a los Rodríguez Acosta y ahora, como suele ocurrir, nadie quiere asumir los gastos de las costosas obras que habrá que realizar para paliar, que no solucionar, los problemas de los compradores. Actuaciones como esta dejan dinero fácil en pocas manos pero salen muy caras a los incautos compradores y a la larga a la propia sociedad; trasladando una pésima imagen de nuestro litoral.