IU acusa al alcalde de amenazar con el corte de agua a doscientos vecinos de La Fabriquilla

IU considera un grave error el acuerdo del equipo de gobierno amenazando a los vecinos de la Fabriquilla con el corte del suministro de agua si no solucionan un problema que ellos no han creado y del que están siendo las principales víctimas.

El origen de la decisión está en la actual falta de conexión de esos bloques a la red de saneamiento lo que está provocando que los desechos salgan directamente a las cocheras. Tanto el ayuntamiento como la empresa Aguas y Servicios atribuyen a los vecinos esa falta de conexión mientras que ellos sostienen que los bloques han estado conectados a la red general de saneamiento desde su construcción en 1975 y que los problemas sólo han aparecido tras la construcción del parking del Altillo.

Para IU, no es razonable sostener, según dice el alcalde, que estos bloques han estado casi cuarenta años sin conexión a la red de saneamiento, porque en esa hipótesis descabellada los residuos habrían salido al exterior hace muchos años. En ese caso, se está dando por supuesto que todos los alcaldes que ha habido desde entonces han consentido esa situación tercermundista, ilegal y peligrosa desde el punto de vista sanitario.

Además, si estos edificios no hubiesen tenido conexión a la red pública de saneamiento, no habrían obtenido la cédula de habitabilidad y primera ocupación, pero el caso es que sí tienen todos sus documentos en regla.

Por otro lado, no se puede entender cómo en ese caso el Ayuntamiento y Aguas y Servicios llevan cuarenta años cobrando a esos vecinos el canon de alcantarillado y depuración. Eso es un sinsentido y sería una estafa.

Todos los datos apuntan a que las redes de saneamiento de estos edificios estaban conectadas a una galería que enlazaba con la red de saneamiento pública del Paseo del Altillo, concretamente a la altura del establecimiento denominado “Inmobiliaria Bonillo”.

Una hipótesis razonable es la de que con motivo de las obras del aparcamiento del Altillo, la galería se haya taponado.

En cualquier caso, no es a los vecinos a quienes corresponde indagar sobre lo que ha sucedido con la conexión de La Fabriquilla a la red pública de alcantarillado. Es el Ayuntamiento el que debe hacer las comprobaciones oportunas para que se subsane la situación que está provocando el vertido de aguas residuales a los garajes de La Fabriquilla y establecer las responsabilidades correspondientes. Pero, antes que nada, lo que debe hacer el alcalde es dar las órdenes oportunas para que se subsane urgentemente la situación.

No se puede entender como razonable el acuerdo del ayuntamiento que deriva la responsabilidad a los vecinos de esos nueve bloques que siempre han estado conectados sin problema a la red de saneamiento y que ahora se ven agobiados por esta situación con un ayuntamiento que en lugar de echarles una mano les manda una amenaza de corte de agua si no llevan a cabo unas obras que no les corresponde realizar.

Este hipotético corte sería un atentado a la salud pública. Cortar el agua en pleno mes de agosto sería una temeridad que esperamos, sinceramente, que el alcalde no se atreva a llevar a cabo.