Oro y despidos
Tomás Hernández. Costadigital
Tenía este título anotado en varios folios que fueron, uno tras otro, a la papelera, con algunos párrafos escritos y desechados.
La imagen origen del título apareció en este mismo periódico y me repelía escribir sobre ella. Bajo un titular: ‘Despidos en el Ayuntamiento de Almuñécar’, se veía al actual alcalde levantando el falso oro de la copa del mundial de fútbol. Toda una metáfora difícil de tratar. Despidos, que parecen venganza, y oropeles populistas.
¿Cómo definir con palabras, alineadas y torpes, el contraste?
Entre los despedidos hay algunos amigos míos, como Pepe el Notificador, que te daba las noticias más inoportunas –reuniones, consejos escolares-, con la mejor sonrisa.
Pero aun así, no quería escribir sobre ese asunto porque desconozco su legalidad. El lunes habrá un Pleno para debatirlo. Leo que todos los partidos se oponen a esta medida. No sé si legal, pero a todas luces injusta. Como injusto es el reparto de subvenciones a la prensa local, que además se defiende desde la ofensa y el menosprecio a quien se atreve a denunciarlo, y a este periódico que al parecer no existe.
Espero que esta unión de los partidos en el Pleno del lunes, se mantenga después de las elecciones de mayo y podamos decir, todos, lo que pensamos, sin miedo a represalias ni a maniobras torticeras.
Mientras estas cosas ocurren, leo esta mañana, en la tormenta, este verso: ‘Que haya libertad para gritar lo que la ira quiera’. Lo escribió Propercio en el siglo I. ¿No les suena muy actual?
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