Bienvenido al club, Willy Toledo
Realmente ya pertenecía al club de los disconformes, de los diferentes, desde que fuera defenestrado por el régimen, a causa de sus posiciones internacionalistas y revolucionarias. Apenas le vemos en las pantallas de cine o televisión, y menos que le vamos a ver. Él lo sabe. Es consciente de ello.
Tuve la oportunidad de saludar brevemente a Willy en el pueblo de Marinaleda dónde me desplacé para asistir a la presentación de un libro sobre Diego Cañamero, dirigente sindical, campesino, hombre pacífico sobre el que pesa una orden de búsqueda y captura por reclamar sus derechos como ser humano. Diego afirma que lo apresarán, una vez celebradas las próximas elecciones de la burguesía.
Al día siguiente, correspondió el turno a Willy que dio una charla sobre el Sáhara y la represión marroquí en un pabellón donde no cabía un alfiler, con gente venida de todas partes del Estado español, sillas ocupadas, personas de pie o sentadas en los pasillos, también fuera del recinto. Tras hacer su exposición, fue el propio Toledo el que invitó a los congregados a hablar sobre España.
A una pregunta sobre qué pensaba él que podría hacerse para mejorar la democracia, contestó: “Para empezar esto no es una democracia, esto es fascismo”, frase lapidaria que fue respondida con un tremendo aplauso.
Enhorabuena Willy por llamar a las cosas por su nombre. Bienvenido a las filas de los que no tienen nada, de los perseguidos, de los represaliados. Eres, por derecho propio, uno de los nuestros. Como Carlitos Tena, ya sabes.
0 comentarios