15 de Octubre “Unidos por un cambio global”

660 protestas, 45 ciudades, millones de personas y un solo mundo gritarán el próximo sábado “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. En un movimiento global sin apenas precedentes, la ciudadanía mundial saldrá unida a la calle en representación del 99%, como dicen los indignados estadounidenses, para luchar contra ese 1% restante.

El Movimiento español 15M ha evolucionado para convertirse en un colectivo mundial, donde Asia, América, Europa y África caminarán juntos en busca de la verdadera democracia.

Si en España encontraremos una manifestación o una asamblea en prácticamente cada plaza de nuestra geografía, si viajamos a Hong Kong, Tijuana, Alaska, Johanesburgo, Tel Aviv o El Cairo el escenario será similar.

En el comunicado antes mencionado, los indignados llaman a la unión de todas las perdonas en una respuesta activa no violenta, como viene siendo seña del movimiento 15M hasta el momento. Además afirman que “Los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay que poner fin a esta intolerable situación. Unidas con una sola voz, haremos saber a los políticos y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos las personas quienes decidimos nuestro presente y nuestro futuro. Y les recordaremos, una vez más, que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros, que ellos no nos representan”.

Denuncian las políticas de austeridad llevabas a cabo por los gobiernos en época de crisis, pues explican, llevan a un incremento de las desigualdades y son un ataque contra los derechos sociales.

Por ello, reclaman la democratización de la economía y de la gobernanza europea que permita la construcción de un nuevo modelo de bienestar social, el cual garantice una renta básica, el acceso efectivo y libre a los derechos sociales y los bienes comunes (sanidad, educación, vivienda, conocimiento, medioambiente…), llevado esto a cabo por medio de una nueva política fiscal, presupuestaria y social.

Según Detalla Aguirre, las manifestaciones tienen cuatro “objetivos”: el poder financiero (bancos, agencias de calificación, paraísos fiscales), el poder político, el militar (ejércitos y OTAN) y el mediático (grandes grupos comunicativos y censores de internet). Además, subraya la despersonalización del movimiento, explicando que no existe una cabeza visible tras el 15O.

“En esta situación de precariedad y desempleo creciente, se está acrecentando la privación de los derechos laborales y la desvalorización de la actividad productiva. Reivindicamos la desvinculación de los derechos sociales, políticos y de ciudadanía del contrato de trabajo.”

En los últimos tiempos hemos sido testigos de algo impensable para la sociedad unos pocos años atrás. La gente se está despertando, desde los pueblos del norte de África, pasando por España, por Islandia, por Grecia, y hasta llegar a Chile o Estados Unidos, la sociedad está diciendo basta. Basta de que salvemos a los bancos y no a las familias, basta de que unos sigan enriqueciéndose mientras otros mueren de hambre, basta de que nos vendan una democracia que no merece su nombre, basta de este sistema.

Por eso, el movimiento 15O anima a todos a salir a la calle el próximo sábado para que se escuche nuestra voz, la más potente, gritando que no somos mercancía de políticos ni banqueros. No tenemos nada que perder y todo que ganar.

Como dice el periodista Ignacio Escolar: “Porque tal vez no sirva de nada. Porque tal vez nada vaya cambiar. Porque puede que sólo nos quede la protesta y la palabra. Pero lo que seguro que será completamente inútil es quedarse en casa y esperar sentado a que todo se solucione sin más”.