Un poco de humor no le hace mal a nadie
A un hombre de unos 73 años le está entrevistando un periodista de “Callejeros” en un jardín. El hombre entrevistado se expresa del siguiente modo:
- Soy hijo de exiliados. Hasta los 27 años y poco antes de la transición no pude volver a España por culpa de Franco. A mi padre, pobrecito, no sabíamos ni dónde enterrarlo. Mi madre estuvo muchos años en silla de ruedas.
- Ahora tengo 73 años. Hace meses me quitaron el 30 % de un pulmón.
- Mi mujer es inmigrante. Tengo tres hijos con ella. De los tres sólo trabaja una, la del medio,… pero no cobra nada. Todos, incluidos los nietos, viven de mi asignación.
- La mayor se acaba de divorciar. Mi yerno se daba a las drogas y al alcohol y la ha dejado con dos niños.
- El pequeño de mis hijos aún no se ha ido de casa y además se ha casado con una divorciada y la ha traído a vivir con nosotros. Esa señora antes trabajaba, tenía muy buen puesto, pero desde que vino a mi casa ya no hace nada. Ahora tienen dos niñas que también viven bajo nuestro techo.
- Este año, con lo de la crisis, casi no nos hemos podido ir de vacaciones y si me apuras… ni he podido celebrar que España ha ganado el Mundial.
- Para colmo, el marido de la mediana anda en líos con la justicia. Al enterarme me desmayé y casi pierdo un ojo al darme con una puerta…
El periodista pone cara de asombro y comenta: Majestad, no creo que su situación sea tan mala
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