Cayo Lara advierte que la nacionalización de Bankia y otras entidades "no se debe quedar en salvar bancos y banqueros sino que debe ser para quedarse"

El coordinador de IU señala durante la exposición de su informe político ante la Presidencia Ejecutiva Federal que si se crea un gran banco público “debe servir para dar una salida social a la crisis, para propiciar un nuevo modelo de desarrollo productivo y para garantizar que haya seguridad para los ahorradores y facilitar el crédito”  
 
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha asegurado hoy que la nacionalización de entidades bancarias, como Bankia, debida a la grave situación económica por la que atraviesan y la creación a partir de ellas de una Banca Pública “no se debe quedar en una nacionalización sólo para salvar bancos y banqueros, sino para quedarse. Esta nacionalización debe servir para dar una salida social a la crisis, para propiciar un nuevo modelo de desarrollo productivo y para garantizar que haya seguridad para los ahorradores y que, por fin, fluya el crédito para las familias y las pymes, lo que necesita la economía real de este país”.

Lara hizo esta reflexión durante la exposición de su informe político ante los miembros de la Presidencia Ejecutiva Federal de IU, reunida hoy en su sede federal de Madrid. Buena parte de éste se centró en la deriva que en las últimas semanas ha tenido la situación de las entidades bancarias como consecuencia de su pésima exposición al estallido de la ‘burbuja inmobiliaria’. Insistió en que Izquierda Unida va a defender el “carácter de permanencia” de la nacionalización inducida por la crisis que se ha producido en estas entidades.

Recordó que en pocos días se ha pasado de una supuesta necesidad de 7.500 millones de euros para sanear Bankia, a luego 15.000 millones, hasta que ayer se conoció la cifra, aún no se sabe si definitiva, de 19.000 millones. Para Cayo Lara, “hablar de estas cifras es hablar de qué gestión han hecho los anteriores gestores con los recursos de los ciudadanos”, pero también de “qué es lo que ha hecho el supervisor del Banco de España que ha permitido que se produzca tamaño desastre solamente en una entidad”.

El responsable federal de IU indicó que “existen  responsabilidades de mucha gente”, incluida la de “los sucesivos gobiernos de los último años, que no sabemos qué han hecho”.

Por todo ello, recordó que “ahora más que nunca sigue siendo necesaria una comisión de investigación parlamentaria para todo y para todos. Esto es lo que demandan los ciudadanos, para ver si pueden existir incluso responsabilidades penales, mientras el PP, que presume de transparencia, sigue impidiendo su creación”.

En el desarrollo de su discurso, Lara reprochó al Ejecutivo de Mariano Rajoy que “aun teniendo mayoría absoluta, el PP gobierna a través de decreto ley. Ni los más pesimistas podrían haber previsto hace penas cinco meses que esto fuera así, legislando por este procedimiento todas las materias importantes: reforma laboral, reforma financiera, reforma de la justicia, recortes en Sanidad y en Educación…”

Denunció que lo que pretende el PP desde el Gobierno es “un cambio cualitativo del modelo social y económico, un cambio desde el Estado social a un Estado mínimo y represivo, y un retroceso en la concepción autonómica del Estado español”.
“Y todo ello lo sustenta –advirtió- en un planteamiento ideológico ultraliberal en lo económico, individualista en lo social y reaccionario en los derechos civiles”.

Para Cayo Lara, “España se encuentra realmente tutelada, por no decir intervenida, aunque se intente dar la apariencia formal de que no es así”, en una situación política en la que “el Gobierno tiene la legalidad de la mayoría absoluta, nadie lo discute, pero cada vez tiene menos legitimidad”.

Señaló que entre las medidas impuestas por el Ejecutivo de la derecha la reforma laboral sigue siendo contestada en la calle “con una movilización sostenida y creciente que nosotros apoyamos”. Mientras tanto, el Programa Nacional de Reformas de Rajoy no contempla ninguna medida de creación de empleo, acepta que no la habrá hasta después de terminada esta legislatura.

El coordinador federal denunció también que “el Gobierno intenta criminalizar a las comunidades, creando así una base ideológica irracional para la recentralización. Además, criminaliza con la ‘ley del embudo’: escamotea los déficits de las autonomías que gobierna y exhibe los otros, generando una situación de desconfianza”.

Lara se mostró también muy crítico con la involución democrática del PP y puso ejemplos como la “regresión que está ejecutando en Radio Televisión Española. Pretende controlar políticamente este medio para acabar con su independencia informativa. Lo ha hecho recortando 240 millones de euros en los presupuestos y cambiando la forma de elección de su Consejo de Administración y de su presidente. Todo ello, sin duda, minará y menoscabará la calidad de nuestra televisión pública”.

“Buena muestra de las intenciones de este Ejecutivo –dijo- es la opacidad con la que envuelve cualquier asunto relacionado con la Casa Real. Se hurta a la sociedad su derecho a conocer en qué y cómo se gasta el dinero público. Se disfrazan y disimulan cuestiones especialmente delicadas para determinadas instituciones, como la monarquía o la Justicia. Ahí está lo ocurrido con el ‘caso Urdangarin’ o con el presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial, Carlos Dívar, denunciado por sus propios compañeros del Poder Judicial por utilizar presuntamente dinero público para sus viajes privados de largos fines de semana en Marbella. No es ético, no es responsable, no es democrático”.

Sobre la coyuntura política interna, destacó que “los resultados electorales logrados hacen que hoy podamos condicionar la situación de otros dos gobiernos de comunidades autónomas. Si mantenemos un discurso correcto y una práctica política coherente estaremos en disposición de hacer viables nuestras alternativas a nivel nacional y en otras comunidades”.

“Debemos estar a la altura –indicó- de los retos que hemos asumido y el resultado debe ser que nuestra alternativa debe aparecer con más fuerza y claridad. En el éxito de esas experiencias nos jugamos la consolidación de este proyecto y, más aún, de ello depende que millones de personas vean en lo concreto que existe una alternativa social y democrática a la crisis.