IU advierte a Rajoy de que su éxito en Galicia no legitima sus recortes
Público
Cayo Lara solía decir, cuando Izquierda Unida empezaba a asomar la cabeza y a coger aire con unos resultados electorales en positivo, que ya estaba bien que llegase de vez en cuando una "alegría en la casa de los pobres".
Ya no puede decir lo mismo, porque IU lleva encadenados varios éxitos en las urnas: europeas de 2009, autonómicas y municipales de 2011, generales, andaluzas y asturianas de 2012 y, ayer, las gallegas. La coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que integran Anova, Equo, Espazo Ecosocialista y la propia Esquerda Unida-IU, se adjudicó un espectacular tanto: nueve escaños en su debut, 200.101 sufragios, el 13,99% de los votos.
Lara ratificó hoy, en rueda de prensa en la sede federal de la calle de Olimpo de Madrid, lo obvio: el "extraordinario" resultado de la Syriza gallega. Claro que el 21-O no deparó todas las alegrías posibles, ya que el referente vasco de IU, Ezker Anitza, no logró ningún escaño, abocándose a la enésima catarsis interna.
Pero el gran vencedor en Galicia fue, lógicamente, el PP. Alberto Núñez Feijóo revalidó y amplió su mayoría absoluta (de 38 a 41 escaños), concediendo un alivio crucial a su jefe de filas, a Mariano Rajoy. Pero Lara previno al presidente del Gobierno contra lecturas triunfalistas: "Si piensa que esos resultados legitiman sus políticas, que llevan a más recesión y a más paro, se equivocará. Cada vez más ciudadanos rechazan y sufren las políticas injustas de Rajoy. Haría mal en no coger el mensaje de que ha perdido votos".
La movilización seguirá y se "incrementará"
El coordinador federal se atuvo a la cara B de los datos del PP gallego. Arrasó, cierto, en buena medida gracias al "hundimiento" del PSOE. Pero cierto es también, recordó, que Feijóo perdió ayer votos respecto a la convocatoria de 2009: de 789.427 a 653.934 sufragios (135.493 menos). O lo que es lo mismo, del 46,68% al 45,72% (casi un punto menos). Lara comparó el bajón de apoyo con la merma que sufrieron los conservadores en marzo, en las andaluzas, muy poco tiempo después de la fulgurante victoria de Rajoy y cuando sus recortes empezaban sólo a aflorar. Para IU, la diferencia entre los dos comicios la marca el PSOE, ya que en Andalucía "no se hundió" y ello posibilitó que el PP no dispusiera de mayoría absoluta.
Ayer domingo, la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, juzgaba el resultado de Feijóo como "un respaldo a las políticas del PP en toda España". Ese es el argumento que buscó combatir Lara hoy. Advirtiendo además de que la contestación ciudadana no se parará por este 21-O. Ahí están unos Presupuestos, que mañana comenzará a discutir el Congreso, que son "injustos" y comportan "más sacrificios" para la gente. Ahí está la huelga general del 14-N. Y ahí seguirá la protesta: "Si se aumenta el sufrimiento de la mayoría, salvado a los bancos, que traerá como consecuencia más recortes, la movilización continuará y se incrementará, no cabe ninguna duda. Lo que debe hacer Rajoy es cambiar sus políticas".
Una fórmula "para resolver problemas de futuro"
La comparecencia del líder también miró hacia dentro, hacia su propia casa. Consideró que una de las razones del éxito de AGE radica en el buen tino de la "política de convergencia social y política" que IU comenzó a implantar en las últimas generales, cuando trabó una alianza con otras 12 fuerzas. "Indica que estamos en el camino correcto", en el de la articulación de un bloque "anticapitalista y antineoliberal".
Lara enfatizó más si cabe otra lectura de estos comicios: lo que marcará "un antes y un después" es el acuerdo "entre el federalismo" que representa IU y el "nacionalismo incluyente" que encarna Xosé Manuel Beiras, capitán de Anova y cabeza de lista por A Coruña de AGE. Esa convergencia "es un encuentro importantísimo" que puede servir para buscar el "encaje de los nacionalismos en un Estado federal", una "fórmula que puede resolver muchos problemas de futuro". Una alusión directa a Catalunya, que dentro un mes celebra unas elecciones marcadas por el desafío soberanista del president de la Generalitat, Artur Mas.
Todo reencuentro con EB, marcado por la "honestidad y la ética"
En Euskadi no puso paños calientes: el resultado es "más triste". Lara expresó su "solidaridad" con sus compañeros de Ezker Anitza, que han librado una "batalla épica" en una campaña con "pocos recursos, con los medios privados en contra y con dificultades para situar la nueva sigla en Euskadi". Lara no escondía así que la escisión interna pasó factura. La división entre el sector que lideraba el actual coordinador, Mikel Arana, y el ala que en la sombra comandaba Javier Madrazo se empezó a larvar hace dos años, pero estalló con su máxima fuerza el año pasado, tras las últimas municipales y forales en Euskadi. Los madracistas dejaron que el PP gobernase en la Diputación de Araba al no prosperar el acuerdo con el PNV. La tormenta interna vino cuando los nacionalistas revelaron que EB había exigido "puestos y dinero" a cambio de su apoyo. Arana automáticamente desautorizó el gesto y la guerra y la separación se consumó.
IU federal dio vida a unas nuevas siglas, Ezker Anitza, y concedió todo su respaldo a Arana. Las urnas ayer le dieron 30.000 votos, 6.000 votos que los que tuvo EB en 2009, antes de la escisión. Los de Madrazo, que también concurrieron a los comicios, recabaron 17.000 sufragios. Ninguno consiguió escaño y Arana presentó su dimisión de forma inmediata, "un gesto que le honra", aplaudió Lara. Ahora se impone la reflexión. ¿Será posible el reencuentro?, se le preguntó al coordinador. El líder no lo descartó tajantemente, pero recordó que hay una "línea roja" muy clara: la "ética, la honestidad y la lealtad plena". "Si no, es muy difícil que hagamos acuerdos con quienes no lo aplican". Fuentes de IU añadieron después que vale más pasar la travesía en el desierto salvando la "limpieza" de la marca antes que transigir con la "corrupción" que, a su juicio, representa EB. Izquierda Abierta, el partido que lideran Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, que apoyó de soslayo a Madrazo y auspició la alianza entre las dos almas, lanzó un comunicado en el que se comprometió a trabajar para "reagrupar y fortalecer" el polo de la izquierda en Euskadi.
El PSOE, baqueteado por su "pasado"
Lara también tuvo algunas palabras para el PSOE, partido al que AGE desbancó como segunda fuerza en A Coruña, Santiago y Ferrol, una tendencia que la federación cree que podría consolidarse en el futuro en otras plazas. IU estima que de los 200.000 votos de la coalición, 100.000 proceden de desencantados con los socialistas gallegos. El castigo al PSOE y su "agonía permanente" se debe, apuntó Lara, a su inmediato "pasado", a su respaldo a las "políticas neoliberales" cuando ocupaba el Gobierno central.
De esta partida del 21-O, de vencedores y perdedores claros, sólo dimitió un dirigente: Mikel Arana. Nadie más. ¿No echó en falta más deserciones?, se le inquirió a Lara. "No vamos a valorar. Es algo que tienen que decidir los militantes y simpatizantes" de cada fuerza política, respondió.
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