El mercado y la gran superficie. Generando polémicas de la nada
Hemos recibido un escrito de una autodenominada Plataforma en Defensa del Mercado. Ya el nombre parece indicar que, al parecer, hay alguien interesado en cargarse el mercado, apreciación esta que no compartimos porque no se basa en documento ni declaración alguna.
En el escrito de esta asociación se dice no estar de acuerdo con algunos puntos de la ordenanza que se pretende aprobar para el mercado. Están en su derecho. Tampoco nosotros estamos de acuerdo en algún punto. Pero lo que no se puede entender es el razonamiento tan extraño que hacen en este escrito.
Dicen que hay que retirar un artículo de la ordenanza porque este artículo permite instalar una gran superficie. Es inaudito que se esté dando por supuesto algo que rechazan todos los grupos políticos y que sólo parte del infundio lanzado por un grupo político que está bastante quejoso porque ha perdido el gobierno municipal.
A los concesionarios de puestos del mercado les queremos recomendar que se lean la ordenanza vigente, la que hay ahora, la que fue aprobada en 1.988, cuando gobernaban este pueblo los mismos que ahora andan liando y engañando a la gente con falsas amenazas.
En la ordenanza que aprobaron quienes ahora andan enredando y confundiendo a gente de buena fe se dice exactamente lo mismo que en la ordenanza nueva que se pretende aprobar. EXACTAMENTE LO MISMO.
Si alguien quisiera poner una gran superficie la pondría sin tener que cambiar la ordenanza. Es una conclusión fuera de la lógica pretender que ese artículo, que ya está desde 1988, es el que legitima o deja de legitimar una gran superficie.
Sólo hay un grupo que ha traído a este pueblo varias grandes superficies en detrimento del comercio minorista. La última gran superficie, el gran Mercadona que hay junto al río Seco, al otro lado de la Calle Guadix, fue autorizado en la anterior legislatura. Y todos sabemos quién le dio todos los permisos, el mismo que ahora engaña y manipula asustando con la llegada de una gran superficie de la que no hay ni un sólo documento.
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