Wert: el gran capullo en persona
Rafael Calero
El ministro Wert es imbécil. Yo creo que por una vez, todos estamos de acuerdo. Los del norte y los del sur. Los hombres y las mujeres. Los ricos y los pobres. Todos. Como cantaban Los Ilegales en aquella magnífica canción de hace unos años, Wert es “El gran capullo en persona”. No busquéis más que ya lo hemos encontrado.
Lo de hoy ha sido ya de traca. La primera vez en toda mi vida que he visto algo así. Yo y todo el mundo. Que un portavoz de la Unión Europea salga en una rueda de prensa calificando las palabras de un ministro español de “basura” es algo sin parangón. No sé si será la primera vez que ocurre algo parecido, pero sí sé que algo así no pasa todos los días. ¿Pero qué podía decir el portavoz que estaba dando la rueda de prensa? Simplemente lo que ha dicho. Que ese comunicado estaba lleno de basura. Porque el comunicado del Ministerio de Educación español es pura basura. Con datos falsos. Con datos que dejaban en muy mal lugar a la UE. Y el portavoz de la Comisión de Educación de la UE ha dicho que no, que eso es mentira, que no sólo no se recortan las becas Erasmus Plus sino que además se aumenta el presupuesto. Y todo esto a menos de dos semanas de la anterior polémica. Y probablemente a menos de dos semanas de la próxima.
No es la primera vez que Wert utiliza datos falsos para sostener sus tesis. El otro día en El intermedio pusieron una entrevista en la radio donde hacía lo mismo para atacar a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Utilizó un fragmento de un libro que no había sido aprobado por el Ministerio de Educación para demostrar que la asignatura adoctrinaba al alumnado. Me pregunto cuántas veces haría eso cuando estaba al frente de empresas de sondeos de opinión.
Si algo ha demostrado Wert desde aquel fatídico 22 de diciembre de 2011 en que fuera nombrado Ministro de Educación, Cultura y Deporte es que es un inepto como la copa de un pino. No lo quiere nadie: ni los maestros, ni la gente de la cultura, ni los deportistas. No lo quieren los de la oposición. Y por no quererlo, no lo quieren ni los peperos. Dicen que la Vicepresidenta del gobierno lo tiene completamente atravesado. No me extraña. El tío es un imbécil. Y ella ya lo tiene calado. Porque ella no es imbécil. Lo malo de todo esto es que sus decisiones, sus políticas, su Ley están haciendo mucha pupa, y más que harán en el futuro inmediato. Si no fuera por esto, nos echaríamos unas risas a su costa y todos tan contentos.
Si a Rajoy le quedara un poco de sentido común, Wert tendría las horas contadas como ministro. De mañana no pasaría. Qué digo. Ya haría rato que le hubiesen puesto las maletas en la puerta de la calle.
Dicen por ahí que los pueblos tienen los políticos y los gobernantes que se merecen. Pues no, copón. La escuela española no se merece a este tío. La cultura española no se merece a este tío. Los deportistas españoles no se merecen a este tío. Es más, me atrevería a afirmar rotundamente que nadie se merece a un energúmeno del tamaño de Wert. Ningún pueblo del mundo se merece que su educación, que su cultura, que su deporte, estén en las manos del Wert de turno. No seré yo quien niegue que los españoles nos merecemos muchas cosas malas, por cobardes y por estúpidos. Pero, por todos los santos del cielo: ¿tan grandes han sido nuestros pecados para merecer al gran capullo en persona?
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