IU considera esperpéntico que el grupo responsable de la ruina económica no apoye pedir un préstamo para pagar a los proveedores que llevan años sin cobrar su facturas

En 2010, el equipo de gobierno derrochador gastó 41.400.545€, pero sólo pagó 22.246.458. dejando a la posteridad 19.154.087€ colgados. Pudo presumir de numerosas obras en su campaña electoral, pero tuvieron que ser otros quienes asumieran esos pagos. Así inaugura cualquiera.

Al año siguiente hubo elecciones y un nuevo equipo de gobierno tomó el relevo y se encontró el marrón. A pesar de que el traspaso de gestión se hizo a mitad de año, ya se pudo notar un nuevo estilo más austero. Frente a los 41 millones y medio de 2010, este nuevo equipo gastó 29.975.717. Estamos hablando, por lo tanto, de casi doce millones menos. Lógicamente, con este ahorro tan importante, se han podido hacer muchas menos cosas, pero se empezó a poner orden en la maltrecha hacienda municipal.

El ahorro en determinadas actividades podía y debía haber sido aún mayor, pero no podemos dejar de reconocer el importante frenazo al derroche que se ha dado en esta legislatura.

A pesar de la considerable reducción del gasto, la falta de ingresos y la necesidad de abonar muchos gastos que se habían producido en ejercicios anteriores, hizo que se quedaran sin pagar 11.784.165€. Es una cantidad sensiblemente inferior a la que se dejó colgada en 2010, pero no deja de ser importante.

Este lastre de cantidades millonarias que se han ido arrastrando de un año para otro ha obligado al ayuntamiento a acogerse al plan de proveedores de 2012 para que todas las empresas y particulares que habían trabajado para el ayuntamiento pudiesen cobrar. Algunos han podido cobrar sus facturas después de llevar más de diez años intentándolo.

Al acogerse el ayuntamiento al Plan de Pago a proveedores, el Gobierno ha adelantado los casi 18 millones que sumaban las facturas guardadas en los cajones del consistorio. Esa cantidad hay que devolverla en diez años, así que el ayuntamiento tendrá que dedicar una parte muy importante de sus ingresos de cada año a pagar esa deuda acumulada en varias legislaturas de derroche.

En 2013, el ahorro ha seguido, pero es tanta la deuda acumulada que nuevamente el ayuntamiento ha tenido que recurrir al Plan de Pago a proveedores para que las empresas y particulares pudiesen cobrar otros casi cinco millones que habían facturado sin poder cobrar hasta la fecha. Ahora, por ejemplo, estamos acabando de pagar los famosos parkings. Esta es una nueva deuda que también tendrá que afrontar el consistorio. Para pagar estos cinco millones, el Pleno ha aprobado una operación de crédito con una entidad financiera.

Paradójicamente, el único grupo que no respaldó con su voto en el Pleno esta operación de crédito es el grupo responsable de la mayor parte de la deuda, el que ha acometido más operaciones de gasto sin tener en cuenta los ingresos reales y, por lo tanto, sin pagar lo que encargaba, dejando con graves problemas a muchas de las empresas que han trabajado para el municipio en los últimos años.

No cabe duda de que el único sentido de ese voto es poner un granito de arena más para llevar a la bancarrota a la hacienda municipal, algo que esperamos que no se produzca aunque no estamos tan lejos de ella.