Entrevista a Antonio Maíllo Coordinador de IULV-CA

Granadahoy

-¿Qué le dice como responsable público al 36% de parados andaluces? 

-No hay otra justificación para estar en un Gobierno que la lucha contra el paro y va a ser la prueba del algodón de la legislatura. Ahora tenemos una malísima noticia, porque el Gobierno central del PP ha disminuido las partidas para políticas de empleo. Me preocupa que la gente se quede sin esperanza. Hay que cambiar las reglas de juego que provocan la existencia de parados o no hay solución. 

-¿Cómo se cambian? 

-Un parado no está en un consejo de administración de una empresa o en la banca, ni son parlamentarios, pero tienen la fuerza de la movilización en la calle. 

-Nunca me ha quedado clara la responsabilidad que se atribuye la Junta de Andalucía en el paro. 

-Hay modelos económicos que nunca van a superar el paro. Con el artículo 135 de la Constitución PSOE y PP primaron el pago de la deuda y el déficit cero. Cuando los gobiernos europeos le dicen al Banco Central que el principal objetivo es la inflación y no el empleo tiene su consecuencia: los ahorradores no pierden sus rentas, pero no hay políticas para reactivar la economía. 

-No me ha contestado. La Junta celebra el descenso de los datos de paro y culpa al PP cuando aumenta. 

-Eso es de un cortoplacismo que tenemos que rechazar en el discurso político. Hay que hablar a la gente como lo que son, personas inteligentes y críticas. Son datos productos de la estacionalidad, que no resuelven el empleo. Hay un problema que son las reformas laborales, que lo único que han generado es el despido y el deterioro de los salarios. 

-El Gobierno manda menos dinero para políticas de empleo, pero ¿ha servido para algo tanto curso de formación? 

-A los cursos de formación hay que darle una vuelta, real, eso lo tiene claro todo el mundo. Pero es perverso que el PP utilice esta excusa para dar una patada a la Junta en el trasero de los ciudadanos. Vamos a estudiar un cambio, pero sin esa obsesión contra Andalucía. 

-IU apoya que la Junta se investigue a sí misma. ¿No ve un paralelismo con el caso de los ERE? 

-En anteriores gobiernos, cuando había una investigación se cerraban en banda y aludían a conspiraciones. Ahora, con IU, este Gobierno afronta una investigación interna que confiamos sea exhaustiva. Vamos a ver las conclusiones. 

-¿IU sabía que se investiga desde hace siete meses? 

-Sí, los miembros del Gobierno. 

-Pero no se había dado a conocer a la opinión pública. 

-No. 

-Y no le parece chocante que con los datos de paro y los escándalos de corrupción el pacto de Gobierno en la Junta peligre por el realojo de 20 familias?

-Un asunto menor para la gestión de un Gobierno tuvo unas consecuencias políticas desproporcionadas, pero se lo tendría que preguntar a quién provocó la crisis publicando un decreto de retirada de competencias que no se tendría que haber publicado nunca. 

-¿Fue un pulso político? 

-El hecho tiene un reventador, que es el PP, que no facilita ninguna de las 528 viviendas que tiene vacías para resolver un problema que es un realojo transitorio, nunca una asignación de vivienda, y donde ha habido una gran manipulación malintencionada. Pero la crisis la provoca quien publica el decreto (la presidenta de la Junta, Susana Díaz). Ninguno de los tres ámbitos de nuestro acuerdo (programático, de estructura de gobierno y de competencias) puede cambiarse unilateralmente. 

-¿Cree que ha habido lealtad del PSOE a Izquierda Unida? 

-Otra pregunta. 

-¿IU conoce dónde están las nueve familias que quedaron fuera del alojamiento? 

-Yo personalmente lo desconozco, pero es evidente que hay que buscarles una solución, porque está justificada la exclusión social. 

-Las imágenes de las familias exhibiendo las llaves de una vivienda pública fueron vergonzosas. 

-Nosotros no somos dueños de las actuaciones de la gente. Lo que queda claro es que nadie ha podido demostrar que fue ilegal. Cuando se da un realojo, ¿habrá que darle la llave, no? Creo que se desenfoca mucho los elementos trascendentes de estos incidentes. 

-Usted acudió esa noche. 

-Fui a saludar a gente que estaba viviendo en la calle, como muchísima gente. Lo haría otra vez. 

-¿Del éxito del Gobierno andaluz dependen futuros pactos? 

-Todo tiene que ver. Tiene repercusión para el resto del país y para otras convocatorias como las municipales. Somos una fuerza autónoma que aspira a lo máximo y queremos cambiar el mapa municipal. Tenemos una prioridad: acabar con la hegemonía en las zonas urbanas del PP, que lleva demasiado tiempo instalada. 

-Sevilla, Córdoba o Jaén tuvieron experiencias de coalición. 

-Menciona nuestras prioridades, pero lo extendería a Málaga y Cádiz, sin menoscabo de otras ciudades medias. Pero esas tres pueden estar más cercanas al cambio. 

-¿Será el candidato de IU? 

-Mi nombre surge porque se busca a alguien que no esté en el Gobierno ni en el Parlamento, para reforzar el partido. Abordaremos el debate tras las europeas. Entre las probabilidades y responsabilidades del coordinador general está que pueda ser candidato. 

-¿Lo natural sería que fuese en Sevilla? 

-Sevilla es un marco magnífico para presentar a un candidato, como pueden ser otras, evidentemente. 

-¿Las europeas influirán en el futuro de los líderes andaluces? 

-Cada elección es un mundo. No tiene repercusión directa. 

-Alguna vez ha preguntado ¿dónde me he metido? 

-Sí, muchas veces. 

-Dice que en política ve cosas raras. 

-(Ríe). Muchas veces da la sensación de que se habla de debates artificiales. Cuando se produjo el cambio de presidente, todo el debate se centraba en si Griñán iba a abandonar o no, y si Susana Díaz iba a ser la presidenta. Las preocupaciones de la gente son otras. Los políticos no debemos darnos tanta importancia, todo es efímero. 

-¿Le hará gracia entonces la insistencia por conocer su relación con Susana Díaz? 

-Parece un consultorio sentimental. La relación es muy llevadera. Somos los máximos dirigentes de nuestras formaciones y tenemos que dialogar para que las acciones del Gobierno salgan adelante. No hay que frivolizar con la clave psicologista de las relaciones. 

-Es usted una rara avis en la política. 

-Eso dicen. Yo me considero un tío normal, dedicado en un momento temporal a la política. Cuando termine volveré a dar clases de Latín. Tengo adonde volver y creo que eso es fundamental.