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Total oposición de IU a la subida de tarifas eléctricas

Total oposición de IU a la subida de tarifas eléctricas

El coordinador ejecutivo de Economía y Mundo del Trabajo de Izquierda Unida, Javier Alcázar, ha mostrado su “total oposición a los incrementos indiscriminados de las tarifas eléctricas planteados por el Gobierno socialista y avaladas por la Comisión Nacional de la Energía”.

Para Alcázar, “la carga de la factura eléctrica la soportan especialmente los consumidores domésticos y las pequeñas empresas al margen de su condición social y de su nivel de necesidad”. IU considera necesario “un Plan Eléctrico dirigido a los hogares con economías más modestas para favorecer la renovación integral de electrodomésticos básicos en el marco de un plan ‘renoveintegral y realista”.

Alcázar, frente a esta situación de subidas indiscriminadas, tacha de “demagógico” el planteamiento de la Comisión Nacional de la Energía, “al obviar la utilización recurrente y creciente de los sistemas de interrumpibilidad, que favorece específicamente a las grandes empresas consumidoras de alta tensión. Éstas pagan de promedio por Kw/h un tercio menos de lo que abonan en su factura las pequeñas y medianas empresas, así como las familias”.

En opinión del dirigente de IU, “el principal problema que tiene nuestro sistema eléctrico, desde su desmedida liberalización, es la creciente abstención inversora de las empresas del sector. Estas compañías sitúan sus objetivos más en la maximización de los beneficios a través de las vías especulativas y rentas en bolsa, que en la mejora de las prestaciones de servicio y del aumento del nivel de cobertura, el cual se ha situado en niveles por debajo del 10% en los últimos 5 años, lo que a su vez constata y pone en evidencia el triste papel que juega la Comisión Nacional de la Energía”.

Alcázar señala que “el anuncio del Gobierno de incrementar el recibo de la luz, con lo que incumple su promesa de que no supere el incremento general del IPC, junto con la intención declarada de continuar bajando los impuestos directos y de sociedades, determina una política fiscal del Gobierno que, además de regresiva e injusta, es errática, sin visión de futuro y especialmente perjudicial para los intereses más elementales de la inmensa mayoría de los ciudadanos”.

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