Benavides es un cáncer para el turismo
Las últimas declaraciones del alcalde invitando a los turistas que no se sientan cómodos a elegir otros destinos son una muestra más de la deriva irracional de este señor en la última legislatura. Un pueblo que vive en su mayor parte del turismo no puede permitirse el lujo de tener un alcalde que desprecie de esa manera tan soberbia y tan grosera a las personas que, con todo derecho, critican las medidas que no les gustan.
Benavides no está acostumbrado a tolerar la crítica pero no debe olvidar que es el representante de todos los vecinos, de los hoteleros, de los comerciantes, de los trabajadores, de los taxistas, de todas las personas que aquí vivimos y trabajamos. Los turistas y los residentes tenemos todo el derecho del mundo a criticar aquello que no nos gusta y la obligación del alcalde es trabajar para que este pueblo sea cada vez más atractivo, tenga mejores servicios y ofrezca más posibilidades de trabajar y disfrutar.
Benavides es un empleado nuestro, de los vecinos de este municipio. Y cobra un sueldo espléndido por su trabajo, pero Almuñécar no es propiedad privada suya, así que no es nadie para recomendar a los turistas que se vayan a otro sitio. Si todos los partidos políticos y miles de vecinos han mostrado su rechazo a la implantación desmedida de la zona azul, no es de recibo que la respuesta a esa queja colectiva sea un exabrupto como el que ha lanzado a los miles de turistas que vienen aquí año tras año a veranear y a disfrutar de nuestro pueblo en los fines de semana.
Todos los turistas, al margen de su poderío económico, han de ser tratados con deferencia y respeto por los vecinos de este pueblo, pero sobre todo, por el máximo representante, que ha perdido las formas por completo y debería pedir perdón al sector turístico por el daño que le está haciendo con su improvisación, su falta de dedicación y sus declaraciones.
Además, desde IU le pedimos al alcalde que ejecute las mociones aprobadas por el Pleno. En el último se aprobó por todos los grupos, con la abstención de Convergencia, que se adaptara como aparcamiento el solar de la futura plaza de toros en el P4, solar que ahora mismo está lleno de basura y presenta un lamentable aspecto como tarjeta de visita a la entrada del pueblo.
Por otro lado, en Almuñécar vivimos treinta mil personas que no podemos ni queremos irnos a otro pueblo. Queremos que nuestro pueblo mejore y que el alcalde dedique su tiempo a trabajar teniendo en cuenta las opiniones y las propuestas de miles de ciudadanos que consideramos un despropósito la forma en que se ha implantado la zona azul o los criterios seguidos para cobrar la basura, o el error de poner en obras a la vez las dos playas más grandes del municipio. Somos muchos quienes sostenemos esta opinión y a lo mejor no somos nosotros los que tenemos que irnos del pueblo.
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