Un testigo asegura que recogió dinero de Ávila Rojas para Roca
¿Cuántos años han pasado desde que se entregó el primer maletín hasta que hemos leído esto en la prensa? ¿En cuántos pueblos llenos de operaciones urbanísticas turbias habrá ocurrido esto y no lo sepamos? ¿Cuántos nuevos ricos tendrán sus billetes manchados de ilegalidad? ¿Cuántas licencias de obras irregulares se habrán dado a cambio de maletines? Claro que la pregunta más inteligente es: ¿A santo de qué le van a dar a un señor una licencia irregular permitiéndole construir de más? ¿Se la van a dar por la cara?
El sumario de la operación Malaya sigue dejando testimonios, cuanto menos, llamativos. El ex asesor urbanístico y principal procesado en el caso de corrupción urbanística de Marbella, Juan Antonio Roca, entregaba y recibía "grandes cantidades de dinero", según asegura un testigo de la causa, que afirma haber recogido y transportado dinero de los constructores José Ávila Rojas y Rafael Gómez, ambos imputados por esta causa.
En su declaración policial, el testigo señala que en los últimos 13 años ha estado vinculado con procesados en el caso Malaya y asevera que el "entramado" de Roca le encargaba realizar viajes para transportar dinero, que le entregaban en bolsas de viaje. Según la declaración, "lo normal" era llevar a cabo la transacción de dinero en Marbella, "cerca del domicilio de Roca", así como en el aparcamiento de un hotel de lujo de la ciudad, y en alguna ocasión era el mismo ex asesor urbanístico "quien lo recibía o lo entregaba".
El testigo apunta que ha realizado viajes a Madrid "para la entrega de grandes cantidades de dinero en oficinas o despachos" y asevera que, "sobre todo, ha recogido dinero de Rafael Gómez y de Ávila Rojas, en Córdoba y Granada, respectivamente". En su declaración, el individuo afirma, además, que hizo entregas de dinero "para la compra de fincas a José Luis Martín Berrocal" y añade, en este sentido, que "en una ocasión le entregó unos mil millones de pesetas para la compra de una finca en Toledo".
El declarante da detalles de los inicios de su relación con Roca. Así, según los expedientes policiales, la amistad comenzó tras las obras de reforma que una constructora realizó en los 90 en el domicilio de Jesús Gil, de la familia de éste y en sedes del GIL, así como en un chalé del ex asesor urbanístico, para quien llevó a cabo otros trabajos.
El testigo aseguró que entre ellos se encuentra un zulo fabricado "a petición de Juan Antonio Roca" en el garaje de un edificio que disponía de una "puerta oculta" por la que se accedía a otro habitáculo. La declaración de este testigo constituye el origen de los registros en varios inmuebles, donde se intervinieron cientos de obras de arte, y se embargó una finca de Carlos Sánchez en Alhama de Granada.
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