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Almuñécar contra la corrupción

Velilla, en decadencia

Velilla, en decadencia
IDEAL
Cuentan que el año pasado, un helado se estrelló contra la acera y que la mancha dulce y viscosa estuvo allí todo el verano amenazando a las chanclas con hacerlas resbalar. Ahora tampoco baldean la calle. Todo va a peor. Las heces de perros en las jardineras provocan un enjambre de moscas. Lo blanco de las losetas siempre es gris y las piedras de la playa tienen todavía restos de la noche de San Juan: 24 de junio. Esta descripción no corresponde a ningún barrio marginal. Es la fotografía de Velilla, zona casi exclusiva para los veraneantes y turistas que debería estar como una patena para amarrarlos bien en estos malos tiempos.
Todos estos detalles –además de que son evidentes– forman parte de la larga lista de quejas que tienen los vecinos de esta zona, en su mayoría propietarios de un piso que utilizan para descansar en verano, en Semana Santa y cada vez que quieren huir de la capital. Los veraneantes están quemados, muy cabreados y ya no aguantan más. Porque dicen que este verano está todo peor que nunca, pero que ya llevan años notando el abandono de esta zona de Almuñécar.
El ‘Benidorm’ de la Costa Tropical tiene altos bloques en los que caben miles de familias, en su mayoría, granadinas, que un día compraron con su esfuerzo este oasis para relajarse. La falta de limpieza es una de las cosas que incomodan su estancia en Velilla. «Por la playa no pasan máquinas jamás, no la despedregan, no remueven la arena y los desperdicios orgánicos están visibles. Las playas ofrecen un aspecto lamentable», aporta un numeroso grupo de vecinos que se han ido reuniendo en la calle para poner en común sus quejas.
Quieren marquesinas para las paradas de autobús en las que el sol hace imposible la espera, una parada de taxis para el verano y un bus búho que traiga a los jóvenes de Almuñécar y no tengan que venir en coche. Ahora, además, con las obras del parking, tienen que volver por la nacional con el peligro que conlleva. La zona azul es lo que ha puesto la puntilla a esta zona donde los residentes que no tienen cochera tienen que pagar 200 euros al mes por tener aparcado el coche en el paseo. No tienen alternativa, no hay otras calles para dejar el coche. «Esto es un atraco a mano armada, las rayas azules son un impuesto revolucionario», protestan los veraneantes.
El otro punto que remata la zona son las obras del parking subterráneo que ya llevan abiertas dos veranos y ahora, paralizadas. Dicen los vecinos que no hay espacio para pasar porque además, los negocios de la zona tienen terrazas que ocupan toda la acera.
Y claro, todo este enfado se hace extremo cuando llegan los recibos del IBI y de la basura –ahora se pagan juntos– que según ellos han subido un 70% en tan sólo un año. «Pagamos mucho, más que en Granada para no tener servicios. Eso no puede ser», exclama algún residente.
El motivo de por qué está todo tan abandonado hay algunos que lo sueltan sin pelos en la lengua. «El alcalde no hace nada porque Velilla no le da votos. No estamos empadronados aquí y no le interesa para nada mantener bien la zona. Además ya lo dijo. Que quien quisiera que se fuera», dicen estos vecinos con indignación.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Velilla, Francisco Regio, explica que una de las soluciones que están planteando los residentes veraniegos de esta zona es la creación de un partido político –podría ser Partido Independiente de Velilla– para presentarse a las elecciones municipales e intentar sacar un concejal.
Para esto, claro, los vecinos deberían empadronarse en Almuñécar para poder votar. «Se podría conseguir un edil que fuese llave para el gobierno y que mejorase la zona, como cuando hubo un partido de La Herradura. Las cosas mejoraron mucho en esta zona», explica Francisco Regio que peleará, junto con todos los vecinos de Velilla, para que esta delicioso ‘barrio’ junto al mar siga siendo lo que fue: un paraíso de la Costa Tropical.

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