Otra tala salvaje de árboles en Motril
En la reciente reforma de Las Explanadas una treintena de árboles fueron talados con el objetivo de adecentar el mítico paseo motrileño. Ahora la historia vuelve a repetirse, pero esta vez en las obras de reforma de la iglesia de la Encarnación.
No es lógico que cada vez que van a efectuar una obra en el municipio se deban talar los árboles existentes, ya que contraviene lo que indica nuestra ordenanza, la cual establece que en los casos que se permite la tala de árboles estos deben ser sustituidos por otros de porte similar. Algo que no siempre se lleva a efecto y en las ocasiones en las que lo hacen tiene un coste económico innecesario.
Este nuevo episodio lo debemos sumar al desastre del picudo rojo, a la destrucción de todas las palmeras y árboles de la Avenida de Salobreña, a la eliminación de muchos de los árboles de las Explanadas y a la pérdida de zonas verdes como los jardines aledaños a Villa Astrida que van a ser esquilmados para la construcción de un chiringuito.
Tras el picudo rojo, el alcalde Carlos Rojas y el PP son la mayor plaga que ha afectado a los jardines y árboles de esta ciudad en los últimos años, ya que a este paso en el año que le queda de gobierno a los populares van a adoquinarlo todo.
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