La Junta acomete unas costosas obras para intentar frenar el preocupante deslizamiento de tierras en Marina del Este
La ladera de Marina del Este se mueve. En la primera galería comercial se ha cortado el acceso a los soportales ante las grietas que se han manifestado en techo -una parte se ha tenido que apuntalar- y paredes.
Más adelante se sitúa la galería de mantenimiento de la ladera, punto clave de donde provienen, según algunas fuentes, los problemas. Hasta hace unas semanas se podía ver el interior porque la puerta de hierro había quedado rota por los efectos del óxido marino. Ahora, se ha vallado y dentro se encuentra la maquinaria, los hierros y demás efectos que utilizan los obreros de la empresa encargada de llevar a cabo los trabajos de reparación de la galería de drenaje de la montaña. Precisamente, a pie de muelle una manguera no dejar de evacuar agua de la galería -procedente de la ladera-, las 24 horas del día que va a parar al puerto directamente.
En algunos muelles de atraque los efectos del empuje o deslizamiento de la tierra también se dejan notar, al igual que en jardineras y otros elementos del entorno urbanístico.
La ladera soporta mucha agua. En la zona del deslizamiento, además de las intensas lluvias del pasado invierno que han afectado, hay miles y miles de metros cuadrados de jardines que reciben riego, e incluso, numerosas piscinas privadas.
Además, muchos vecinos de las comunidades alertaron sobre una posible pérdida de agua provocada por la rotura de tuberías de abastecimiento, especialmente las que se instalaron hace casi 30 años, cuando se llevó a cabo la urbanización del complejo.
La Junta de Andalucía trata de frenar el deslizamiento. El proyecto, que está previsto que esté terminado en el primer trimestre de 2011, tiene un presupuesto de 525.000 euros.
Las obras incluyen tanto la estabilización de la ladera como la reparación estructural de la galería para restituir su capacidad de drenaje.
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