La compañía sexitana de teatro SKS estrena nuevo montaje en Salobreña, al no poderlo representar en Almuñécar

Costadigital

La compañía sexitana de teatro clásico SKS estrenará un nuevo montaje en el Auditorium Martín Recuerda de Salobreña el próximo viernes 11 de febrero. En esta ocasión se trata de la obra “Casina” de Plauto en la adaptación de Reyes Peláez y Antonio Cantudo.

El director de la compañía, Antonio Cantudo, en una nota enviada, aclara que por sexto año consecutivo el Ayuntamiento de Almuñécar pone trabas para que SKS Teatro pueda representar sus montajes en el marco del teatro de la Casa de la Cultura, con lo cual “se ven obligados a emigrar a otras localidades”.

“Cásina” es la última obra que escribió Plauto y en ella se encuentran la suma de toda su experiencia a la hora de plantear una comedia. Con el anzuelo del sexo y el matrimonio, los personajes se enzarzan en una lucha en la que se enfrentan el anciano Lisídamo y su esposa Cleóstrata. Pero tratando de ser elegantes y discretos no serán ellos los contendientes sino que cada uno elegirá a un representante. La selección no podría ser más penosa: el viejo pone su confianza en Olimpión, su capataz más glotón, y Cleóstrata en Calino, un vulgar e insoportable escudero, cuya única misión será torpedear todos los intentos de Lisídamo.

La nómina de personajes se completa con unos vecinos muy serviciales, una pareja de esclavas interesadas y chismosas y un nutrido grupo de cocineros no muy profesional. El resto ya se puede imaginar: escenas en continuo movimiento, divertidos juegos de palabras, enredos en cada escena, trasfondo sexual y comedia en su sentido más estricto.
En resumen, Plauto en estado puro.

Argumento
El viejo Lisídamo se ha enamorado de una esclava, la joven Cásina. Está dispuesto a lo que sea para conseguirla y para ello propone a su capataz Olimpión que se case con ella. El plan se complica cuando su esposa Cleóstrata, que está al tanto de los deseos de su marido, anima al escudero Calino a que desposa a su vez a Cásina. Ante semejante tesitura, Lisídamo no tiene más remedio que sortear a la chica entre los dos pretendientes. Increíblemente, la suerte parece sonreírle… o eso cree él.