Trabajadores despedidos del Ayuntamiento de Almuñécar dicen ¡Ya está bien de tener miedo!
Ideal
’No más despidos’, ’Si te callas eres cómplice’, ¡Readmisión ya, el próximo puedes ser tú!... Ayer, un grupo de personas se reunía para preparar pancartas con estos y otros lemas con el objetivo de hacerse notar a partir de las dos y media de la tarde de mañana miércoles, en la plaza de la Constitución de Almuñécar. Protestarán por los últimos despidos en el Consistorio de este municipio.
Durante los últimos días ha funcionado, para anunciar esta concentración además, del ’boca a boca’, la ’campaña’ realizada de diversas maneras. Se repartieron pequeños carteles en comercios, se creó un evento en Facebook (que aparece y desaparece continuamente) . «Estaremos mientras sea necesario hasta que salga el alcalde, si es que está, haciendo fuerza y esperando que vaya mucha gente». Es el mensaje que ayer mismo lanzaba Enrique Hernández, vecino de la localidad y uno de los siete trabajadores del Ayuntamiento que ya no lo son después de llevar, en algunos casos, más de veinte años prestando sus servicios para la casa consistorial y que ha llevado a PP, PSOE, IU y CGT a criticar al alcalde de Almuñécar por echar del Ayuntamiento a trabajadores «por motivos irracionales».
El asunto viene de lejos. Ya en diciembre pasado, el secretario general del PSOE de Almuñécar y La Herradura, Francisco Prados, denunciaba que el alcalde, Juan Carlos Benavides (Convergencia Andaluza), estaba contratando personal en colaboración social para labores habituales del Ayuntamiento, a pesar de las sanciones que acumula el Consistorio por el abuso en este sistema de contratación. Prados revelaba que sólo en el mes de noviembre, el gobierno de Convergencia Andaluza contrató bajo este sistema a 31 personas, entre las que se encontraban dos vigilantes de Peña Escrita que, entre otras labores dan de comer a los animales salvajes; un bombero, y diez asistentes a domicilio. «El Ayuntamiento de Almuñécar ha recibido ya varios expedientes por este motivo e incluso desafía a la Justicia porque ya hay sentencias que condenan al Consistorio por despidos improcedentes tras haber realizado este tipo de contratos durante años a un mismo trabajador», se alertaba desde el PSOE.
Seis contratos en 30 meses
Y para poner rostro conocido a los hechos, salió a la palestra el caso de Enrique, quien trabajó durante 30 meses para el ayuntamiento, firmando durante ese tiempo seis contratos temporales consecutivos, el último de los cuales venció el pasado 30 de junio, cuando fue despedido. El juez le daría la razón: o debía ser readmitido o indemnizado. El motivo: el Ayuntamiento se sirvió de Enrique, un empleado eventual, «para cubrir de modo temporal un servicio permanente». Pese a su victoria judicial, Enrique decidió no callarse, si bien no es el caso de otras personas ante el temor a posibles represalias, relata. «Pero a mí me da igual, no quiero callarme. Mi mujer trabaja en el ayuntamiento y espero que no pase nada... hasta ahí podíamos llegar...», afirmaba Enrique Hernández entonces. Pero la cosa ’ha llegado’ y se ha torcido aún más, ya que ahora, su mujer Julieta ya no está tampoco en el consistorio, después de 21 años de auxiliar administrativo. «En mi caso, creo que es una venganza en toda regla. Se atrevió con ella», denuncia Hernández. En otros casos, según este ex trabajador, «unos por reclamar horas extras, otros por ideas políticas contrarias. Pero todos vamos con la conciencia muy tranquila y la cabeza bien alta».
Es más, argumenta que el Ayuntamiento se acoge a la convocatoria de plaza de oposiciones, «y, desde luego, en ningún momento se dijo a los trabajadores que eran sus plazas las que salían a concurso. Si a mí me dicen que es mi plaza, ¡yo me presento!..».
«Un gesto para agradecer»
En esto, la oposición sigue posicionándose: El Partido Popular califica la situación de «inhumana e inmoral», e insisten en que se debería haber informado a los empleados para que decidiesen si se presentaban a la convocatoria. En cuanto a Izquierda Unida, considera que la cuestión es «gravísima y va más allá del simple despido» y que todo esto tuvo su origen tras «una inspección de la Seguridad Social que dictaminó las múltiples irregularidades laborales y contratos ilegales que hay en el Ayuntamiento de Almuñécar».
Mientras tanto, pide protagonismo la subsistencia de las familias y se preparan con unas pancartas que pueden estar o no respaldadas por mucha gente. En Almuñécar todo el mundo parece pensarse tres veces el salir en la foto. «Muchos no van a ir por temor a represalias, pero vaya quien vaya y venga quien venga, será un gesto para agradecer de verdad». Y es que a Enrique se le ha agotado la paciencia, como a otros: «Ya está bien de tener miedo. Ya me han dejado en la calle. ¿Qué me falta hacer, ir a pedir perdón?». Un matrimonio en paro, cinco niños y una casa que sacar adelante constituyen la fuerza necesaria para no quedarse quietos.
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