IU presenta su candidatura comarcal en Almuñécar

Costadigital

Con la asistencia del coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Diego Valderas, en la pasada tarde del miércoles la formación de izquierdas hizo su presentación de los candidatos comarcales a las próximas elecciones municipales del 22 de mayo.

Pese a que la lluvia fue la protagonista del acto, esa circunstancia meteorológica no impidió que casi un centenar de personas congregadas en la plaza de la Constitución, sirviéndose de paraguas, siguieran el acto, donde también se encontraban presentes una representación de los últimos despedidos por el Ayuntamiento.

El primero en tomar el turno de palabra fue el encargado de Información de IU en Almuñécar, Francisco Fernández (Morgan), quien con un estilo irónico muy cercano a su blog Morgan Rojo, aludió a algunos temas ocurridos durante la pasada legislatura humorizando sobre los mismos.

Por su parte Diego Valderas, en un discurso más político, señaló que IU frente a las municipales se presenta a disputar el voto hegemónico de izquierdas, afirmando que su formación pasa por un buen momento político, ya que la sociedad empieza confiar y tener seguridad en un grupo político que ni se vende ni cambia de bando y que tiene valores y principios como es IU.

Valderas sostuvo que la sociedad tiene hambre de cambio y singularizó el mismo en Almuñécar, para la que apuntó la necesidad de un cambio real, profundo, político y para otro modelo de desarrollo que no se pone encima de la mesa, ya que, dijo, “los que gobiernan son muy egoístas y son muy suyos, y para estar en lo público hay que se menos suyo para ser más del conjunto”.

El coordinador general de IU quiso remarcar que su partido no tiene techo electoral, ya que la izquierda andaluza no lo tiene, y que en las próximas elecciones se sale a ganar en las urnas y que es una apuesta política de lucha y de gobierno y no de oposición.
Para Valderas el discurso de IU es invencible, aunque pase por invisible ya que no tienen la oportunidad de tener todos los medios de comunicación a su servicio como otras fuerzas política, mientras que en Izquierda Unida tiene que hacerse oír en las plazas de los pueblos.

Valderas acabó su discurso recordando algunos lemas de izquierda en las primeras municipales democráticas de 1979: “quita al cacique pon un alcalde; Ayuntamientos casas de cristal y  que se sepa por dónde sale y por donde entra el dinero”. Según el coordinador, y saliendo al paso de posibles pactos, “IU sale en estas elecciones a construir un nuevo edificio político con propuestas nuevas, ilusiones nuevas”, remachando que nadie contará con ellos si no es para cambiar y mejorar las cosas, defender a la clase trabajadoras y reponer los derechos democráticos robados”.

Por su parte el candidato a la alcaldía de Almuñécar de Izquierda Unida, Fermín Tejero, en un discurso centrado en Benavides y su mandato, comenzó acusando al actual alcalde de ser el principal causante de la falta de democracia en el municipio, explicando las numerosas trabas que a él le pone la burocracia municipal por orden de el alcalde y el modo singular con que este último interpreta la ley de régimen local a nivel interno. Para Tejero quien no está con el alcalde está tachado. Lo que no le impidió dar el nombre de "bisiesto" al priemr edil, puesto a su parecer sólo hace cosas dos meses antes de las elecciones.

Tejero en sus críticas destacó el factor económico señalando que actualmente el Ayuntamiento debe tener una deuda de 50 millones de euros y que eso lastrará el futuro del municipio por culpa del dispendio de las arcas municipales en los últimos años. En este sentido recordó que la interventora municipal hizo en su día un informe donde indicaba que el Ayuntamiento de Almuñécar necesitaba un plan urgente de saneamiento económico, pero sin embargo, señalaba el candidato de izquierdas, el alcaldes se puso un sueldo de 80.000 euros y se rodeaba de 17 personas liberadas con sueldos que oscilaban entre los 35.000 y 50.000 euros.

El urbanismo y la justicia, dijo Tejero, eran temas muy unidos en el Ayuntamiento sexitano, ya que éste gastaba en abogados en los últimos cuatro años unos 300.000 euros anuales y casi todos ellos provocados por denuncias urbanísticas. Juicios que a pesar de que desde el equipo de Gobierno se afirmaba que se habían ganado, la realidad, sostenía Tejero, era que se habían perdido sentencias como la del hotel Bahía de Taramay, Cortijo de la Santa Cruz o el hotel Picadilly. No obstante, estos hechos y similares, argumentaba el  candidato a la Alcaldía, el equipo de Gobierno de Benavides, los resolvía y alargaba, ante una posible amenaza de demolición, con modificaciones puntuales al PGOU vigente, del que se habían realizado unas 116 modificaciones.

También la política de personal fue motivo de las críticas de Tejero y concretamente en el despido de los últimos trabajadores del que dijo no se había definido el criterio seguido para el mismo, al igual que no se había seguido en los criterios de colocación.

Tejero, para finalizar, definió el Ayuntamiento, o al menos su modelo, como un sitio donde al ciudadano se le trate bien y no se le robe.