Un mitin bajo la lluvia
Tomás Hernández. Costadigital
Llovía y en las fotografías no se ve aglomeración. Un modesto mitin bajo la lluvia. Yo no estuve. Casi nunca salgo por la noche, salvo que mi amigo Antonio Cantudo estrene un Plauto en el destierro o me llame algún otro buen amigo por el placer de vernos.
Acompañan a la noticia y las fotos del mitin algunos comentarios. Dicen quienes los escriben que Morgan estuvo divertido, como siempre, lean su blog (morganrojo), y que hasta Fermín estuvo brillante.
Ver a esas pocas personas bajo la lluvia, reconforta. No lamento mi pereza por no haber estado allí. La vida es una elección continua y hay que decidir sin remordimientos.
Entre los comentarios que acompañan a la noticia que puede verse en este costadigital, leo uno que llama ‘patéticas’ a las personas que se reunieron bajo los paraguas y un ideal. ¿Sabrá lo que significa la palabra patéticos? Lo que sí se sabe, sin duda, es de dónde vienen las palabras del firmante.
Recoge ese comentario la leyenda difundida en esta primavera preelectoral de que hay un enconado rencor social y político contra todo lo que haga el primer edil.
Denunciar los abusos como se hace en la ejemplar ‘Carta abierta’ publicada en este periódico, es un signo de salud democrática.
El insulto, el servilismo, el miedo, son las armas del prepotente. Y a los soberbios se los derrota en las urnas.
Un modesto mitin. Unos pocos votos, pero quizá los suficientes para desterrar para siempre el miedo, las malas maneras, los insultos.
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