IU impregna su programa electoral del espíritu del Movimiento 15-M
A lo largo de 83 páginas, sólo hay una discreta mención, por su nombre, al Movimiento 15-M, y sólo para reseñar que en su éxito han tenido un “importante papel” redes sociales como Facebook o Twitter. Pero lo cierto es que el espíritu de los indignados impregna buena parte del programa definitivo de Izquierda Unida para las generales del 20-N [descargar aquí], hecho público ayer jueves y adelantado por Público.es.
La omisión del 15-M es deliberada. Cayo Lara nunca ha querido ni “liderar” ni “capitalizar” el movimiento, por “respeto” al mismo. Así lo volvió a ratificar, los pasados 8 y 9 de octubre, la Asamblea Federal de la Convocatoria Social, el cónclave en el participaron también no afiliados de IU y que sirvió para discutir las últimas propuestas al programa.
Dos pilares sujetan la oferta de IU para el 20-N: la creación de empleo y la regeneración democrática. Es en este segundo capítulo donde más se palpa la huella del 15-M. La federación propone que la Constitución recoja las materias que requieren un referéndum obligatorio, “como puede ser la integración en organizaciones supranacionales” –una alusión a la OTAN– “o la adopción de decisiones económicas trascendentales”.
Los ciudadanos podrían tumbar a un cargo público, revocando su mandato
Además, deberá activarse la consulta a los ciudadanos para “asuntos de trascendencia estatal, autonómica o municipal”. Estos también deberán intervenir en la “gestión de los bienes y servicios públicos”.
Los ciudadanos dispondrían de otra llave maestra: convocar una consulta para revocar el mandato de un cargo público –sea presidente del Gobierno, jefe de un Ejecutivo autonómico, alcalde, diputado o senador– si lo pide el 20% de los electores de una circunscripción. Para agilizar la participación en la toma de decisiones, IU plantea desarrollar el voto electrónico.
El capítulo integra la reforma “radical” del procedimiento de Iniciativa Legislativa Popular –rebajar el listón de las 500.000 firmas y que las ILP puedan abordar todo tipo de temas–. También se incluye la reestructuración del Senado, la supresión de las diputaciones, la mejora de la financiación local o la limitación de los salarios de los representantes electos –nunca mayor al sueldo del jefe del Ejecutivo–. La federación recoge su batería de medidas anticorrupción: endurecer el Código Penal, que no prescriban estos delitos, que cesen los imputados y abandonen su cargo, quitar la inmunidad, tasar un régimen estricto de incompatibilidades o publicar el patrimonio de todos los cargos públicos.
Cambia “el consenso social”
El área económica reviste menos novedades. Lara ya había adelantado en las últimas semanas los tres grandes planes diseñados y cuantificados de la federación: creación de tres millones de empleos, ayudas a pymes y autónomos y reforma fiscal (subida de impuestos a las rentas altas y combate al fraude). A estos tres ejes se suman demandas de sobra conocidas: exigencia de una banca pública, cambio de modelo productivo, racionalización del gasto público y el rechazo a la reforma laboral y al nuevo sistema de pensiones.
Ferré destaca que es un programa "de sentido común", con propuestas posibles
El documento es hijo de un intenso trabajo que arrancó en la Asamblea de Refundación de junio de 2010, en Fuenlabrada, y que se relanzó el pasado verano con la Convocatoria Social. En l0s últimos meses, en la elaboración del texto han participado más de 15.000 personas, muchas no militantes. De ahí que se haya demorado más de la cuenta su presentación. “La democracia es más complicada, pero más satisfactoria”, resume a Público Marga Ferré, secretaria de Programa. La dirigente subraya la influencia del 15-M: “La voz de la calle cambia paradigmas, y no podíamos ser ajenos. Por eso hemos hecho más hincapié que nunca en la regeneración democrática. Unas medidas no son nuevas, otras muchas sí. Lo que cambia es el lenguaje y que ahora hay más consenso social”. Justo gracias al altavoz del 15-M.
Ferré también se muestra orgullosa de la parte económica, “muy fuerte” y preñada de propuestas “perfectamente posibles”, y de la defensa, sin concesiones, de los servicios públicos de calidad, más ahora que están “amenazados”. "Enarbolamos esa bandera clásica más que nunca ahora por este ataque neoliberal frente a quienes trivializan y hablan de servicios públicos esenciales [en referencia al PSOE] y quienes quieren privatizarlos".
La federación incide en que no presenta un "programa ideologizado", sino uno "de sumo sentido común, terriblemente realista y nada utópico". "Los dogmáticos son los mercados y el neoliberalismo, que sólo quieren recortes, privatizaciones y pisotear a los trabajadores”, asegura Ferré. Ella misma encabeza, con Lara, la carta que abre la puerta al programa del 20-N. Un documento que sigue "vivo", porque su elaboración y su enriquecimiento continuará "tras el 20-N", y que IU se compromete a defender "en la calle y en el Parlamento".
-Programa electoral íntegro de IU para las elecciones del 20-N (última versión corregida y en PDF)
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