Una empresa buscará gas bajo el mar de la costa granadina y malagueña
Realizará prospecciones sísmicas con cañones de aire para ver si hay hidrocarburos en la costa
Las quisquillas y cigalas no son, al parecer, el único tesoro que esconden los ricos fondos marinos de la Costa Tropical. Los expertos creen que existen muchas posibilidades de que, debajo del mar, frente a la costa, existan reservas de hidrocarburos y las empresas energéticas ya han puesto sus ojos en los fondos granadinos. Existe un proyecto para que la empresa especializada Chinook realice prospecciones sísmicas en busca de estos combustibles en las costas de Granada y Málaga.
El Gobierno central ha realizado una concesión para que la compañía energética realice prospecciones sísmicas en una superficie de 1.538 kilómetros cuadrados para detectar la existencia de hidrocarburos, algo totalmente novedoso en la costa de Granada. Está previsto que en este invierno de 2012 se inicien los trabajos, con una duración de entre 20 y 30 días en los que se vería restringida la navegación y la pesca en el ámbito estudiado por la empresa, según recoge el proyecto al que han tenido acceso las organizaciones ecologistas Buxus y Ecologistas en Acción.
Ambas asociaciones conservacionistas en la Costa de Granada están muy preocupadas por el impacto que puede causar esta actividad sobre la fauna marina y los caladeros pesqueros y consideran que la explotación de hidrocarburos, en caso de ser positivas las prospecciones, puede provocar unos efectos dañinos e irreversibles para la actividad comercial, pesquera y turística de la Costa Granadina.
«Los sondeos se van a realizar seguro y luego ya la explotación dependerá de lo que encuentren. El proyecto es amplísimo, buscarán en una superficie marina de 150.000 hectáreas, aún no se si tomarán como base el puerto de Motril o el Málaga. Lo que exigimos es que se haga bien y con el mínimo impacto ambiental posible», explica el portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Antonio Martínez.
Las prospecciones afectarán de lleno a zonas donde pesca de la flota de arrastre de Motril como El Cantillo (con profundidades comprendidas entre los 150 y 275 metroa), la Media Mar (entre 275 y 350 metros), El Canto (350-460 metros) y La Fonela (hasta 640 metros de profundidad). Además, los 24 caladeros específicos donde se cría el pescado de la Costa están incluidos en la zona de estudio. Los ecologistas advierten que están amenazados los caladeros del Seco de Motril, cantillo del Brazo de Motril, Cantillo de Nerja, Punta de la Mona, Carchuna, Torrenueva, Punta del Río y Seco de Torrox, donde faenan los barcos granadinos.
«Son zonas pesqueras donde se capturan unos recursos pesqueros de alto valor económico y social, como es el caso de la quisquilla de Morill considerada en la actualidad un recurso de gran valor economico y biológico y la especie que da imagen a nuestra costa y al sector pesquero motrileño», enfatizan desde Buxus.
Según esta asociación ecologista de la Costa, las prospecciones también tendrán incidencia en la fauna marina y los caladeros de lugares con «interés comunitario» como los alcantilados de Calahonda y Castell o el Caletón de Salobreña «como consecuencia del desplazamiento de especies y el aumento de la carga y la competencia biológica sobre los recursos».
La empresa sondeará la existencia de hidrocarburos mediante prospecciones realizadas con el sistema de ’air gun’ o cañones de aire, según el proyecto que han podido estudiar Buxus y Ecologistas en acción. Este sistema tiene una alta incidencia sobre los peces, crustaceos y moluscos y muy especialmente sobre los cetáceos y las tortugas. «Se ha podido observar que los peces sufren un cambio en su comportamiento debido a las lesiones que les producen», analizan desde Buxus. Los expertos en fauna marina, señalan además que la mayoría de los sonidos sísmicos coinciden con el rango de frecuencias al que son más sensibles los peces, hasta 500 Hz , por lo que les causarán daños.
«Los efectos de los golpes de aire comprimido (air gun) afectan sobre todo a poca distancia de estas prospecciones, aunque también se ha evidenciado cambios de comportamiento en peces a varios kilómetros», apuntan desde la asociación ecologista, que bajara estudios que evidencian una reducción de capturas de peces de distintas especies en áreas próximas a prospecciones sísmicas. Buxus alega que el proyecto «no ha estudiado previamente el posible impacto sobre la población que vive de la pesca y de la acuicultura en la Costa granadina tanto en la etapa de prospección como la de futura explotación». «En caso de ser positivo, la explotación del yacimiento supondría una grave afectación tanto al sector turístico como al comercial debido a los riesgos de contaminación sobre las playas de nuestro municipio», añaden.
Finalmente, Buxus entiende que este tipo de explotaciones responden a un modelo de abastecimiento energético «ampliamente superado por la tecnología actual» y apuesta por fuentes de energía «renovables y limpias».
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