Que viene la ministra
Quico Chirino (del blog Rumore, Rumore)
Habitualmente mi vida está llena de incoherencias, cosas tan contradictorias como que lleve treinta años sin probar nada condimentado con huevo pero, en cambio, me chiflen los pasteles.
Sin embargo, algunas veces, prácticamente sin saberlo, resulta que mi discurso se rodea de una lógica atípica del personaje que lo alumbra, que vengo a ser yo.
El 2 de febrero de 2011, coincidiendo con la visita a la Costa del entonces ministro de Fomento, José Blanco, publiqué un artículo con las incógnitas que atenazaban a las infraestructuras de la provincia. Recuperé las antiguas declaraciones del dirigente socialista, el mismo que dijo que vendría en AVE en 2007. Algún que otro documento oficial, trozos de los programas electorales, algo que posiblemente me inventaría… y todo para demostrar que es el político y no el pez el que muere por la boca.
La portada de IDEAL de aquel día no le gustó a José Blanco, que culpó a este periódico de haber sido “cómplice” con los gobiernos de Aznar y exigirle a él más que a nadie.
Lo cual viene a demostrar que en las gasolineras en las que suele repostar Blanco no venden IDEAL.
Hoy viene Ana Pastor y hemos vuelto a hacer lo mismo.
A falta de lo que traiga bajo el brazo, el crédito de la ministra aún permanece prácticamente intacto. De las respuestas y los compromisos que ofrezca hoy dependerá la credibilidad futura.
Por el contrario, sí empieza a agotarse el margen de los diputados populares, instalados ahora en el silencio, que suele ser una actitud cómplice y la más ruidosa de las cobardía.
Quienes callan hasta conocer las directrices oficiales que les marquen desde Madrid se convierten en correveidiles de los ministros; unas veces chivatos, otras pelotas. Aplauden los éxitos y tapan los fracasos.
Si van ser simples títeres del Gobierno y el eco de los ministros, sobran los diputados.
Y algún que otro ministro.
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y la estación del AVE ¿qué? -